—Mason, ¿estás libre esta tarde? —Emerson me alcanza al final de la escalera. Liam se fue hace rato acompañado por Darlene—. Mi esposa y yo tomaremos té en la casa de los Towsend. Íbamos a ir solos, pero de repente Leonore nos dije que Ansel quería que vinieras con nosotros… ¿Desde cuándo son cercanos ustedes dos?
—Bailamos juntos, por ejemplo.
Emerson ríe.
—¿Por eso mi nieto parece no saber que existes en esta casa? Puedes no ir si consideras que se pondrá peor la situación entre ustedes.
Ansel no le hizo nada, no es lo que defienda, es la verdad.
No hay nada que hacer en la casa y no me voy a poner a leer toda la biblioteca de los Hundson solo porque piense que prefiriendo a Ansel. Liam es tan libre como yo de pasar tiempo con quien quiera, pero si Ansel realmente hubiera lastimado a mi novio quizás pensaba dos veces en hacerle caso.
Le digo al abuelo de mi novio que iré a prepararme para salir con ellos. Necesito un cambio de aire y
Ansel le relata a Liam todo lo que me dijo en el cuarto de Darlene la vez que hablamos sobre lo que le pasó a Liam en ese verano en Aspen. Yo me quedé apoyado en uno de los pilares del dosel de la cama que ocupaban Theo y el principito; ambos sentados con las piernas cruzadas y las miradas atentas a todo lo que el supuesto enemigo decía. —Y soy asexual arromántico —agrega—. Nunca me interesó ni me interesaría tu novio, pero es buen chico. En el momento en que todo estuvo dicho Theo mira directamente a su amigo. Por la forma penosa en la que ambos se miran me doy cuenta de que algo drástico pensaban hacer cuando nos vieron a Ansel y a mí. También se revela solo quien estuvo dándole cuerda a mi novio para seguir disgustado conmigo. Es lo normal. El amigo siempre estará del lado que correcto. —¿Podrían dejarnos a solas un momento? —habla el principito y yo tengo que contener la sonrisa. Parece un niño a punto de enfrentar a sus padres luego de haber sido castiga
Ya hizo se molestó conmigo al menos un par de veces, más que estudiada, la tengo tatuada en mi memoria a la expresión de enojo que ahora está haciendo. —No me digas —murmura él—. Está bien, admito que en ese entonces no me importó con quien fuera. Quería salir con alguien, pero me sentí peor cuando volví a casa de la monarquía y tuve que comer para aliviar mi tristeza. —Bueno, ahora no tienes de qué preocuparte. —El amigo de Liam casi sonríe—. No debí decirte nada. Liam vuelve a sonreír, abrazándome por un costado mientras deja caer su cabeza en mi hombro. —Nah, Michael puede rogarme todo lo que quiera y prometerme hasta un océano, pero jamás logrará que vuelva a salir con él cuando conseguí a alguien mil veces mejor, y ya te dije que fue un descubrimiento asombroso que solo yo pude hacer. Theo parece que recibió una puñalada, aunque es difícil reconocerlo porque su expresión no cambia, solo sus ojos revelan lo que siente y eso hace que de rep
—Dime, ¿cómo es que acabaste en la puerta de la casa? ¿Es que Theo te dijo que había una posibilidad de que Ansel y yo estemos aquí? Liam termina encima de mi regazo. Juega con mi cabello de repente y yo cierro los ojos porque adoro que haga eso. Cuando escucho su leve risita, entorno la mirada. —No me distraigas, habla. —Le pregunté al abuelo si podía llevar a Theo a la casa y él me dijo que sí, que en realidad no había nadie porque tú y ellos estaban en casa de los Wadlow. Enfurecido volví aquí y esperé por ti. Fue pura casualidad que no tardaras mucho en regresar. El principito ríe un poco más, acomodándose mejor sobre mis piernas. —Tú y tus dramas —murmuro, atrapando su cintura y acercándolo hasta que sus labios rozan los míos. —Mmm, estamos solos, hay un poco de ambiente alrededor —susurra, dejando pequeños besos en mi cuello—. ¿Ahora sí está bien para ti? Cierro los ojos y me dejo envolver por su delicioso perfume y
—Me encanta como te queda esa chaqueta. —Liam me mira como si fuera una obra de arte—. Los detalles en dorado, el color verde pino que resalta tus ojos te hace ver tan guapo. Vuelvo a mirarme al espejo y realmente no veo por qué tanto alboroto alrededor de la chaqueta que apenas vio en la tienda, se lanzó a ella y dijo que yo usaría eso en la fiesta. No tuve oportunidad de decir una sola palabra porque mi novio ya estaba buscando mi talla y arrastrándome hasta el probador. Es imposible decirle que no. Si antes no lo podía creer después de salir de esa tienda quedé convencido. —No exageres, lo único que tengo encima que es interesante es esta chaqueta, lo demás sigue siendo una simple camisa blanca y pantalones negros que usaría cualquiera. Mi novio niega con la cabeza, aproximándose a mí y cerrando el primer botón de la camisa. —¿Por qué crees que elegí solo una cosa que destacara? Sé que no te gusta llamar mucho la atención. Sonrío de lado, a
Al fin encontramos a los padres de mi novio hablando, despreocupados, con Darlene y Emerson.—Mason, Liam —nos saluda el señor Hundson—. Me gusta su combinación de colores.—Hola, señor Hundson, a usted le queda bien ese traje color marfil; ha de ser porque todos los días debe usarlos.Él estrecha mi mano, riendo y ambos observamos a madre e hijo admirándose la ropa como si no creyeran lo bien que se ven.—Mason, te ves precioso. —Aria se acerca a mí—. Emerson me contó lo bien que bailas ahora. Liam y tú estuvieron practicando para esta noche, ¿verdad?—Ah… Algo así—digo, observando a mi novio quien sube y baja sus cejas con una línea en los labios en vez de una sonrisa.—Liam, espero te comportes esta noche —advierte su abuela, quien tiene un delicado vestido de color durazno con brillo
Los cuatro corremos por los pasillos hasta la habitación de duende y cerramos la puerta como si un monstruo nos persiguiera. Dándonos cuenta de que nos acabamos de encerrar, observamos a Liam que es quien tuvo la idea.—Nunca pensé que tendría a mi novio, mi amigo y mi enemigo en una misma habitación. —El principito sonríe, encogiéndose de hombros—. En fin, la vida.Ansel se deja caer en la cama, enterrando el rostro entre sus manos.—Tus abuelos te van a desheredar. —Theo se ubica en el montón de cojines bajo la ventana—. Es la segunda vez que un escándalo arruina su baile.—Oye, tú —le hablo al vampiro semi muerto en la cama, apoyándome en la puerta y cruzando mis brazos —¿esta era tu idea de salir del closet?—Lena lo complicó todo. He tratado de hablar con ella desde que amaneció, pero mi
Los padres de Ansel se lo llevaron a casa para conversar. No he visto a Leonore. Quizás en medio del escándalo ella reveló lo que es realmente o dijo algo que provocó que los padres del vampiro se alejaran de ella. Al menos por el bien de Ansel espero que haya sido así.En el cuarto de Darlene solo queda la familia del principito. Theo huyó apenas pudo.—Los padres de Ansel me contaron lo que pasó y cómo es que Leonore provocó ciertas cosas, pero me gustaría escucharlo de ti, Liam. —La abuela de mi novio se acerca lentamente a su nieto—. Esta vez no quiero que grites, tampoco que faltes el respeto a nadie. Lo único que te pido es la verdad.—Mamá… —Connor interviene, pero recibe una mirada que lo deja callado y regresando con su esposa que tampoco puede hacer mucho.—Ansel no era lo que todos pensaban. No estoy bailando de felicid
Bajamos las escaleras dando tumbos en vez de pisar como personas normales porque estamos más dormidos que despiertos. Aria nos llamó hace media hora para desayunar mientras abrimos los regalos. Al llegar a la sala nos encontramos a todos sentados alrededor de una mesa pequeña repleta de cosas dulces y tazas humeantes con delicioso aroma.Por algunos minutos saludamos a todos, pero no preguntamos ni ellos nos dicen qué fue de Ansel y su familia. Confío en que eso se resolvió de la mejor manera. Reconciliarse con uno mismo es más complicado que buscar la paz con otra persona.Cuando nos sentamos en la alfombra Darlene deja una bandeja de galletas recién horneadas al lado de dos tazas de chocolate, puestas en una gran bandeja de cristal.—Muy bien, hora de abrir regalos—. Emerson extrae una caja mediana de entre el montón que hay debajo del árbol de navidad y se la entrega a Ari