miladyscaroline
Sin experiencia en el tema y con una cuantiosa fortuna que asegura resolverá sus problemas, un padre soltero y gruñón busca niñera.
Cristo Oliveira no solo ha perdido a la mujer que juró amar incluso después de la muerte — lo que se le cumplió —, pues la condenada se la había arrebatado una noche de aniversario en un terrible accidente, sino que además, tiene una pequeña de cinco años a la que no tiene ni idea de cómo cuidar ni mucho menos hacer que vuelva a hablar, pues si no era con su madre, la pequeña se negaba rotundamente a mencionar palabra.
Un día, rendido, sin saber ya que hacer y después de haber visitado al cuarto psicólogo ese mismo mes, Cristo vuelve a escuchar la voz de su hija tras seis meses de absoluto mutismo.
— Mami, ¿eres tú?
Galilea, una joven con corazón noble que acaba de perder un embarazo de no más de seis meses, se arrodilla frente a la niña y le explica con ternura que no, que ella no es su mami; sin embargo, es la mujer que acaba de hacer que la pequeña del hermético brasileño vuelva a hablar, y a la misma que querrá, sin importar lo que cueste, permanezca en la vida de su hija… y quizás, con un poco de suerte, en la suya también.
— ¡Usted no me dirá cómo debo educar a mi hija! — exclamó, soberbio, gruñón
— ¡Primero edúquese usted antes de traer hijos a este mundo que no sabrá cómo tratar!
— ¡No sea atrevida!
— ¡Y usted no sea un bruto!