Romántica

—Sé lo que debes estar pensando, y probablemente soy un imbécil y te estoy haciendo daño, pero no puedo. Es lo que quiero y… —Eres muy egoísta y lo sabes, ¿no? —Sí, no debí hacerlo. Perdóname, perdóname —suplicó. —¿Tienes idea de lo que acaba de suceder? Quizás para ti no signifique nada, pero para mí… —sollozó—. No puedes irte. —No puedo quedarme. —Eres un imbécil. Acabado de perder la virginidad con un puto imbécil. —Lloró—. Tienes razón. Puede no haber sido una violación, yo accedí, pero sí abusaste de mí, . ¿Qué derecho tenías? Pensé que… que… —tartamudeó. —¿Que te quiero? Te quiero, Amy. Sí, te quiero. —No lo suficiente como para… pensar antes de actuar —sollozó. —¿Qué tengo que hacer para que me perdones? —No te vayas. —No puedo. La decisión está tomada. —¡ENTONCES VETE AL INFIERNO! Se sentía completamente rota. ¿Qué clase de broma de mal gusto era aquella? ¿Por qué diablos jugaba con ella? ¿Cuál era la gracia de todo aquello? ¿Por qué la había ilusionado de aquella manera? Desde aquel día el mundo de Amy se derrumbó. El muchacho por el que hubiera dado todo, no solo la había usado, si no que se había marchado, poco después, sin mirar atrás. No obstante, pese al dolor que sentía, no pensaba dejar de vivir. Brendan Warren quedaría enterrado en el pasado. O al menos, eso creyó, hasta que 12 años después, el destino de nuevo sus caminos entrelazó.

Alexander es el hombre que cualquier mujer desearía tener; su personalidad misteriosa y reservada, sin mencionar su excelente posición social, hacen que un sin fin de admiradoras se peleen por conseguir su atención. Además de haber nacido con la suerte de ser guapo, tiene la fortuna de ver sus deseos hacerse realidad en cada cumpleaños, excepto uno: Encontrar a la mujer de su vida…; sin embargo, lo que él no sabe es que ella ya lo conoce… Abril lleva más de tres años soñando con él sin haberlo visto nunca, y ese es su gran secreto, pero, ¿por cuánto tiempo lo mantendrá oculto cuando lo encuentre en su realidad? Una historia que deja en evidencia que los sueños, si se cumplen…

Abigail se enfrenta a una dura realidad cuando su padre decide casarla con Maximiliano Lombardo, un enigmático y poderoso CEO que oculta un oscuro secreto: es el líder de una temida organización criminal. Atrapada entre el deber familiar y su deseo de libertad, Abigail lucha por comprender la decisión de su padre, quien cree que este matrimonio es la única forma de asegurar la protección y el futuro de su hija. Mientras Abigail se sumerge en un mundo lleno de secretos y peligros, se enfrenta al dilema de un matrimonio inesperado y a la amenaza de ser arrastrada a un entorno criminal. Sin embargo, a medida que conoce a Maximiliano, comienza a cuestionar la imagen que tiene de él. ¿Podría haber más en su corazón frío y despiadado de lo que aparenta? La historia de Abigail y Maximiliano es un viaje de descubrimiento, donde el amor, el poder y la redención se entrelazan de maneras inesperadas. A medida que ambos personajes navegan por sus propios miedos y deseos, deberán decidir si pueden encontrar un camino hacia la felicidad en medio de la oscuridad que los rodea.

Luciana Araujo es una asistente contable, que trabaja para Centro Clínico El Valle, uno de los tantos lineamentos de su trabajo es la no confraternización entre el personal médico y el personal en general. En el momento que firmó contrato jamás llegó a pensar que esta norma se le hiciese cuesta arriba, pero pasado dos años, cuando conoce al Dr. Juan La Cruz, su mundo se tambalea por ese hombre. Al principio trata de evitar esa atracción que siente hacia ese médico, pero cuando el corazón puede más que la razón, ya nada se puede hacer. Juan y Luciana le dan rienda suelta a la vorágine de sentimientos, pero su felicidad se ve perturbada por la transcriptora del departamento donde trabaja para médico radiólogo. El amor de Juan y Luciana, deberá pasar por varias pruebas y ésta es una de ellas. ¿Podrá su amor vencer las pruebas que les tiene preparado el destino? Quédate y conoce el desenlace de esta bonita historia

Aria Evans es una sexy diosa del Inframundo que tiene a todo hombre comiendo de la palma de su mano. Pero sólo objetivo: enamorar a Dante, su amor no correspondido. Daría la vida por Dante y sabe hasta dónde puede llegar por amor, pero todo plan puede ser saboteado. Amenadiel viene a ser esa piedra en su camino cuando él se empeña a mandarla al Inframundo, pero...¿quién no se resistiría a jugar un rato con ella y cometer un acto pecaminoso? ¿Aria podrá hacerle cambiar de opinión y tenerlo a su merced? ADICTIVA Y ATRAPANTE.

Ambientada en la ciudad de Washinton, Adrien Hamilton un hombre seguro de si mismo, era hijo del dueño de la cadena de hoteles Hamilton. Tras la muerte de su abuela, en la lectura del testamento conoce una clausula que cambiaria su vida. Deberia casarse para recibir la herencia quien lo haria el nuevo CEO. No veia problemas con eso, tenia una novia, pero ella no queria casarse. Lo convence de enamorar a una mujer para hacerla su esposa. Luego de casarse, ella se entera del su plan malévolo y huye. El vuelve a encontrarla tras 2 años de busqueda. Isabella accede a volver para poner en marcha su plan de venganza. Estaba decidida a hacerle pagar todas las lágrimas derramadas. Pero el amor sigue alli y el deseo. ¿Sería posible que no estuvieran destinados a ser felices y que su vida estaba destinada a seguir envueltos en un camino de amor, odio y venganza?

Siempre el amor es poderoso cuando nace de la perseverancia. Si te interesa lo sobre natural, el amor y la realidad juntos estoy segura de que esta historia te gustará. Desde los 4 años, la vida de Halia se convirtió en un caos de desgracias y sufrimiento a pesar de eso, Siempre confió en un futuro mejor. A los 8 años tiene la fortuna de encontrarse con un salvador de origen asiático, poderoso, con muchos enemigos ocultos. Siempre recibes lo que das, por lo que ambos crean un vínculo afectivo fuerte. Pero como en toda historia siempre hay secretos ocultos que los vincula y que solo el karma puede revelar. Liam es un joven fuerte, valiente con un peligroso secreto, confía en que la perseverancia y el trabajo duro siempre trae frutos por lo que vive atrapado en una mentira que casi le hace perder la vida, decide no volver a bajar la cabeza, y dentro de sus objetivos es tener a la mujer que ama. Ambos con carácter y objetivos diferentes. Pero como siempre, tienen algo en común Destino. ¡Aventúrate conmigo a conocer los secretos que te trae esta historia!

Hazel Sallow creyó haberse sacado la lotería tras haber robado a un millonario por diversión, su único error, fue tomar un reloj que, para Zarek Galani, representaba un enorme valor sentimental, él, la encontraría para recuperar lo que le pertenecía, ella sin opciones, lo devolvería, el único asunto es que Galani no iba a quedarse de brazos cruzados, aun ella le continuaría debiendo y usaría eso a su favor para tenerla bajo su poder.

Emely sabía que enamorarse era un problema. Su madre y su alocada vida amorosa se lo han demostrado. Sin embargo, eso no impidió que se enamorara de su jefe Ian desde muy joven y comenzara un amorío intenso a su lado. Con él aprendió lo que debía saber del amor y lo complicado que puede llegar a ser. Así mismo lo que implica el irse a vivir con un hombre desde muy joven. Sabe que, aunque él a veces le sea infiel con otras mujeres, la ama; a fin de cuentas, sigue siendo la que todas las noches duerme a su lado. Todo estará bien: tiene un futuro prometedor al lado de uno de grandes empresarios del país. Sólo debe seguir cumpliendo su papel de mujer enamorada en la relación. Aunque, madurar y ver que está sumida en una tediosa monotonía, hace que sea capaz de ver a otros hombres y la forma en que la desean. Como Luciano, el mejor amigo de Ian: cada vez que están cerca los envuelve una energía que sólo ellos dos entienden. Sólo bastará con enviarle una señal a ese hombre para que su historia comience a tornarse interesante. ¿No es así, Luciano?

Una noche fría la conoció, la tomo entre sus brazos y maldijo a Hades, era un ángel. Solo esperaba no se metiera bajo su piel, pero al parecer su corazón no decía lo mismo.