Ale Reyes
Para Jo, ser la hija perfecta siempre fue fácil.
"Ponte derecha, Joshepin, las niñas obedientes son más hermosas"
"Levanta la cara y sonríe, no sabes quien puede estar mirándote "
Hasta que finalmente, termino siendo la niña que todos deseaban.
Refinada, recta y apegada a las reglas, no sabia decirles que no, a nadie.
Sobre todo a sus padres.
Su hermano, Jordan, era similar, aunque vivía a sus aires, una actitud que Jo siempre deseaba, ser libre de decidir sobre sus sueños.
Siempre tenía claro sus objetivos, obviamente, solo si eran los que sus padres creían que eran los correctos.
Los castillos que se pintaba en el aire, esos estaban totalmente fuera de su control, y solo se quedaban ahí, en el aire y en su cabeza.
Claro, jamás imagino que toda su vida habia estado siendo preparada para ofrecerla como un regalo de paz.
Un regalo para el maldito y arrogante multimillonario de Eric Brooks.
El único hijo del socio de su padre.
Una boda, un solo desastre.
Y una prisión completamente en el corazón.