Alana Aguilar
A lo largo de mi vida me he mantenido en una lucha constante, queriendo compensar lo que me falta, intentando encajar y sentirme querida, un día en el que finalmente me sentí aceptada por mi madre, por mi familia, simplemente lo perdí todo.
¿Cómo justificar que las personas que se suponía debían amarme y protegerme estaban dispuestos a verme sufrir y disfrutar el proceso? Esas palabras dichas con placer son las dagas que marcan mi alma recordándome que no merezco ser amada “No eres suficiente para ser su pareja” “Jamás te quise” “Tú no eres ella” “Siempre odié que me llamaras mamá” son la marca perfecta, haciéndome ver que no tengo a donde pertenecer.
Pero a pesar de todos mis miedos, estoy dispuesta a luchar contra lo que venga, aunque la verdadera lucha no es contra los demás, sino contra lo que vive dentro de mí, estaba a punto de azotarme, y todo por no saber… Quién soy realmente... ¿Qué debó hacer? ¿Aceptar mis sentimientos y negar mi verdadero yo? o ¿Aceptar lo que soy y atenerme a las consecuencias? Bienvenidos… Esta es mi historia donde todo comienza… o tal vez, donde todo termine.