Julio Jose
Era una tarde cualquiera de un mes primaveral de un año bisiesto, cuando sentado en mi oficina sin nada que hacer, vi transcurrir casi todo el día sin haber recibido la visita
de ningún cliente.
La tarde estaba nublada, casi a punto de llover, lo que hizo transformar su clima de fresco a frio, cosa que consideré oportuna para ponerme a leer una de las obras del psicoanalista Austriaco SIGMUND FREUD, que formaban parte de mi librero.
Traté de ponerme cómodo y opté por cruzar mis piernas sobre el escritorio, cosa no muy usual en mí, pero el aire fresco que arropaba la tarde y aquellas gruesas gotas de lluvia que tejían la ciudad, me hicieron creer que ese inusual comportamiento podría pasar inadvertido. Fue entonces, cuando al momento de entregarme a su lectura, fui sorprendido por un ave extraña muy poco vista en mis entornos que apareció de repente posándose en una ventana corrediza que quedaba justo a mi derecha. Era un pájaro de pico y patas negros y de colores blanco y azul turquesa en su plumaje, desde ese momento me puse muy nervioso y el miedo llegó a turbarme por completo, ya que no sabía de qué tipo de pájaro se trataba.- Descrucé las piernas rápidamente y fingiendo no sentir miedo, ya parado a su frente me puse en posición de ataque y con el mismo libro que tenía en mis manos le amagué dos o tres veces, pero él, a pesar de mi constante amenaza, seguía parado muy tranquilo junto a la ventana, sin dar señal alguna de sentir el menor miedo.