Lyon no sabía qué hacía allí.Es que realmente, debía estar camino a la frontera, no delante de la entrada de la mansión del ducado. ¿Qué le estaba pasando por la cabeza? Había actuado por impulso, algo que hacía mucho antes, pero que con el tiempo se suponía que había trabajado en mejorarlo.O eso era lo que creía, pero estaba allí. ¿para qué? Ni sabía, solo podía estar allí para una cosa. Porque no había que ser estúpido. Al campo de batalla se iban a dos cosas, a sobrevivir o a morir. Cualesquiera de las dos opciones te podían sorprender y quizás el no volviera. Tal vez por eso estaba allí, para despedirse.-Príncipe, lo siento, pero el joven señor Ashary no se encuentra- fue lo que le dijeron poco después de llegar y atravesar el jardín hasta la misma puerta de la mansión de los Davreles. Dado que él era el sucesor directo a la corona tenía un acceso permitido por su entrada.A pesar de la negativa algo le decía a Lyon que no se moviese de allí. Era como si cada fibra de su cuerpo
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