En aquel momento, Henry parecía un león enjaulado; todo en su mundo había dado una vuelta inesperada, y aun no tenía las respuestas que ansiosamente esperaba. Katherine, aún permanecía al interior de la tienda Divane, y él se sentía completamente ansioso, necesitaba hablar con ella. Mirando el costoso reloj en su muñeca, el magnate observó que ya había transcurrido poco más de una hora y media desde que había llegado a buscarla.—Bien, nos veremos mañana. — dijo Katherine, y el magnate la escuchó.Henry miraba como Katherine salía de la tienda, usando un hermoso y sencillo vestido casual, y luciendo tan hermosa como siempre, o, incluso, más que antes.—Katherine, espera. — grito Henry corriendo tras de ella al ver que esta apresuraba sus pasos después de verlo.Katherine caminaba a prisa, no esperaba tener que ver a su exesposo tan pronto, sin embargo, este la había alcanzado y la había tomado de la mano, de inmediato, Katherine, sin embargo, se zafó de su agarre, había visto al magna
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