Su cuerpo se quedó congelado, un solo instante, aunque fue suficiente para saber que su deseo porque sí fuera ella era tan real, que no podía negarse comprobarlo por sí mismo.Comenzó a caminar hacia ella, disminuyendo la distancia entre los dos, sintiendo cada vez una fuerza y un deseo indescriptibles que lo jalaban como la gravedad de la tierra mantiene cerca a su luna…Jamás había sido algo menos que el centro del universo, pero ahora… estaría encantado de orbitar a su alrededor.“Esta vez terminaremos lo que llevamos tanto tiempo deseando y posponiendo por interrupciones”En ese momento, cuando comenzó a salir del agua mostrando su cuerpo totalmente desnudo, fibroso y excitado escuchó un leve jadeo que salió de la garganta de esa pequeña mujer, un sonido maravilloso provocando que su pene saltara como si fuera una respuesta automática a sus gemidos, deseaba provocarlos más de una vez.Oleika no había podido dormir tranquila, sentía una desesperación pulsante al punto de desesperar
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