Skarlett y Taro, eran niños muy unidos, se protegían entre ellos, tenían una conexión única, no de sangre Pero si en afecto y amor filial, eran dos hermanos que el destino había unido como prueba, a dos mujeres que se consideraban rivales, Romina, tener que escuchar como la hija de su peor enemiga le decía mamá y le hablaba con cariño, y de Sasha, que a la hora de proteger a su hija tenía que proteger al hijo de la mujer que le había hecho mucho daño. Skarlett y Taro, compartían el mismo destino, como compartían vivencias, en sus tiempos libres les gustaban recorrer el palacio, pues habían pasadizos secretos que solo ellos habían descubierto en sus exploraciones que solían hacer.Caminaban mirando cada entrada y pasillo , y en una de esas excursiones, y sin imaginar lo que escucharían, las palabras de Romina y Belio que estaban en una de aquellas habitaciones.—Estaban en el campo compartiendo como una madre comparte con sus hijos, no me gusta esa mujer, no confío en ella Romina. —
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