6 años despuésa sangre se derrama de mi labio inferior y en el suelo como una larga franja de pintura roja.Dejo que se acumule en mi boca hasta que se escurre, ya que todo me duele malditamente demasiado como para escupir.-Papá, por favor le ruego, mi voz temblando mientras mi cuerpo se estremece de miedo.Mi madre tenía razón. Él es un hombre malo, y ojalá nunca hubiera hablado de dejarme pasar el verano con él.Me arrodillo en el suelo de la cocina, temblando, con las manos atadas a la espalda. La picazón de la cuerda muerde mi piel.-¿Está rogando, pequeña marica? -gruñe, y la correa da un latigazo en mi espalda de nuevo.Aprieto mis ojos con fuerza, haciendo una mueca, mientras el fuego se extiende a través de mis omóplatos. Cierro mi boca, trato de no hacer ruido mientras que respiro por la nariz hasta que se desvanece la quemazón. La piel de mis labios se siente más estirada y se hincha, y el sabor metálico resb
Ler mais