Adhara cada día se sentía mejor, Antonio ya casi tenía terminada la ruca de ella y del bebé, cubierta de ramas y entremedio de los árboles casi ni se veía. Habia construído una cama grande y una mesa.Adhara cada día, más se hacía la idea de ser mamá, y tejía mantas y ropas para el bebé, igualmente se acordaba de Ultha, su olor y se lamentaba que no tenerlo cerca.-Adhara está listo el desayuno- dijo Antonio dejándole la bandeja de alimentos arriba en su ruca.-Muchas gracias, no te tenías que molestarte--Tengo que cuidar a mi futuro ahijado--¿Ahijado?- preguntó sorprendida Adhara que no sabía que significaba eso-Sí, yo seré su padrino y lo cuidaré como un padre-Adhara sonrió, y eso la reconfortó -Ahora voy a ir a los puntos de vigilancia, por si hay novedad, no te bajes hasta que regrese y sea seguro--Esta bien-Antonio fue punto por punto y no se veía nada, cuando llegó al quinto árbol vió el río y algo en el suelo, no se podía distinguir bien qué animal era. Se quedó largo ra
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