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Todos os capítulos do MI MUJER MISTERIO: Capítulo 11 - Capítulo 14
14 chapters
Capítulo 11. Noche de máscara
Cuando Felipe entró a la habitación de su hijo, la niñera estaba ayudándolo a quitarse el uniforme del jardín.Él se sentó en la cama y le dijo con voz suave:—Ven para acá.El pequeño se acercó a su padre sin dudar, y en cuanto la niñera notó la presencia de su jefe, se dio la vuelta en silencio y salió de la habitación, dejándolos a solas.Felipe subió a Andrés sobre sus piernas y, con voz serena, comenzó a explicarle que debía hacer un viaje de negocios que duraría unos cuantos días. Le pidió que se portara bien con los abuelos y con los empleados, y le prometió que, si lo hacía, le traería un regalo cuando volviera.—Sí, papá —respondió el niño, muy contento al escuchar la palabra "regalo".En ese momento, Andrés lo miró con una sonrisa tímida y dijo:—Papá, te quiero mucho.Felipe le acarició la cabeza con ternura, con sus grandes manos, y le respondió con el corazón lleno:—Y yo a ti, pequeño. Eres lo más importante para mí.Luego, con un dejo de melancolía en la voz, añadió:—C
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Capítulo 12. Siento que me observan.
Dominik llamó a un amigo para invitarlo también. Luego le dijo que él se encargaría del antifaz, y, de inmediato, tras colgarle, llamó a su secretaria para que los consiguiera y se los hiciera llegar a su casa. Después, cogió las llaves de su auto y su teléfono, y salió de su oficina.Por su parte, Felipe se encontraba en su habitación, con el teléfono en la mano. Si alguien lo observaba con detenimiento, notaría que su rostro no estaba del todo bien… más bien parecía distorsionado, cargado de emociones contenidas. En la pantalla de su teléfono se veía una foto de Sofía, sentada en un columpio adornado con flores, cargando a su hijo Andrés. En la imagen, ella sonreía ampliamente.Felipe apretó el teléfono con rabia y estuvo a punto de borrar la imagen mientras murmuraba para sí que ya era hora de dejar todos esos recuerdos atrás. Sin embargo, al pensar en su hijo, dudó… y terminó presionando cancelar. No podía eliminarla. Cuando Andrés creciera, tal vez quisiera conservar aquel recuer
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Capítulo 13. Mi Mujer Misterio
Luego, Vero le dijo:—Esperemos que se nos una Cinthia y subimos a nuestro privado, ya me cansé de bailar.—Está bien —respondió Mariana mientras bebía un sorbo de su trago.Justo en ese momento, mientras esperaban a Cinthia, se les acercó un mesero que, señalando discretamente a los tres caballeros que las observaban desde arriba, les dijo que aquellos hombres las habían invitado a su privado.—Está bien, solo esperamos a nuestra amiga y subimos —contestó Vero con naturalidad.Mariana la miró con gesto de advertencia, a lo que Vero le devolvió una mirada igual de elocuente.El mesero se quedó a un lado, esperando a que Cinthia dejara de bailar y se les acercara. Mientras tanto, Felipe no dejaba de mirar a Mariana.Cuando Cinthia llegó junto a ellas, preguntó casi de inmediato:—¿Qué está pasando?Vero, de inmediato, le comentó:—Unos chicos nos invitaron a su mesa. Solo te estábamos esperando para subir juntas.Cinthia respondió con una sonrisa traviesa:—Se nos arregló la noche. Ad
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Capítulo 14. Nuestro primer beso
Felipe, al notar cómo Mariana no apartaba la vista de sus labios, le dijo con una sonrisa traviesa.—Y me imagino que también te gustaría probarlos, ¿cierto?Luego añadió, con el mismo tono provocador:—Solo lo pregunto porque parece que te gustaron bastante... Dado que no les quitas la mirada de encima.Mariana, sin pensar demasiado, le respondió con un firme:—Sí.Y enseguida, como si las palabras hubieran escapado solas de su boca, se tapó la boca con ambas manos, avergonzada, como una niña pequeña que había dicho una grosería delante de sus padres y no sabía dónde esconderse.Pero después de ese instante de duda, se armó de valor y continuó con voz decidida:—Además... estoy segura de que alguien ya te ha dicho que tus labios son muy provocativos. Dan ganas de besarlos. Te lo digo en serio, y tú ya deberías saberlo. No me digas que nunca te has visto en un espejo.Lo miró de frente, sin titubear, y concluyó:—Puedo apostar lo que quieras a que tienes un harén de mujeres detrás de
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