Inicio / Romance / Ahora me Perteneces / Capítulo 31 - Capítulo 32
Todos los capítulos de Ahora me Perteneces: Capítulo 31 - Capítulo 32
32 chapters
Tú decides
LEANDROLas ideas de esta mujer me vuelven loco y me sorprenden, ¿cómo no se me ocurrió hacer esto? Había hecho todo un plan de trabajo increíble, pero no me quiso dar más información por protección.—Leandro — entra Aarón a mi oficina —, acabo de hablar con el señor Messer.—¿La parte interesante de esa llamada?—Rueda sus ojos.—Acaba de decirme que puedes hacer los cambios que necesites del producto en la exportadora, pero correrán por tu cuenta los impuestos por el retraso y firmar el contrato redactado por su hija sobre los cambios. Cosas protocolares que ya revisé y están excelentes.—Después de dos días, se le da por ser amable. Espera, ¿su hija?—Sí, yo quedé igual. Parece que tu cuñada no es una simple chica sumisa del pueblo, trabaja con su padre en la empresa o, por lo menos, tiene una idea de cómo se maneja porque supo dejar bien establecidos los términos.No se dejó someter por ese pueblo retrógrada, pero falta a su palabra, ¿quién lo diría?—Déjame ver el contrato para fir
Leer más
Un encuentro interesante
Leandro No sé cuánto tiempo llevamos en esta pose, pero se está volviendo mi favorita, algo que dudo que ella disfrute. Liah me mira con reproche, se ve linda. —¡Liah! Si no abres, tumbaré la puerta.—Más inoportuno. —Bien, presumida. ¿Qué decides? Colaboras y tenemos una conversación en sana paz o dejamos que tu padre entre y se desate el infierno. Retiro mi mano de su boca, pero sigo con mi cuerpo y mi mirada sobre ella. —¡Liah, ábreme! —¡Estoy bien! ¡Estaba bañándome, papá! —Sonreí. —Escuche un grito, y no me abres. —No estoy vestida, padre. Grité porque vi una alimaña en la habitación, —dice mirándome mientras me pellizca. Esa lengua viperina y atrevida. —Te dejo para que descanses. Seguro, estás bien. —¡Papá! —Dime. —Cuidado con lo que haces, —le susurró. Me saca la lengua.—Te la voy a morder por dártela de viva. —Descansa. —Le respondió. Esperamos unos minutos y ya no se escucha nada. Trata de empujarme y me mueve un poco para que no soporte tanto mi peso. —¡Quíta
Leer más
Escanea el código para leer en la APP