Erick estaba nervioso mirando el patio trasero por el ventanal.— Tranquilo hijo, todo estará bien — decía Elena con una tranquilidad tan grande que Erick deseaba que le contagiara un poco.Al contrario, él sentía que el corazón se le iba a salir por la garganta, que extraterrestres iban a llegar, que iba a haber un terremoto, que iba a volverse noche el día, cualquier cosa para impedir que esto sucediera.— No entiendes mamá, la magnitud de lo que estamos a punto de hacer.Elena sonríe complacida, por ver a su hijo tan emocionado y nervioso en la misma medida.— Dime ¿qué es lo que te tiene así?— El problema es mamá, que a pesar de estar todo el tiempo en guardia, a pesar de creer que soy un hombre capaz de mantener a mi familia a salvo, me he encontrado con barreras, enemigos e incluso problemas impensables, en este punto siento que no soy suficiente para ella.El rostro de Erick había cambiado, se había vuelto vulnerable, finalmente podía externar con plena confianza cada uno de
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