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Todos los capítulos de Bajo la Sombra de Otra: Capítulo 131 - Capítulo 140
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Capítulo 131
—¡Ugh…!Lorena ya no podía respirar, y su boca, llena de sangre, se abrió a la fuerza. ¡Sentía que estaba a punto de morir!¡Bang!Alguien pateó brutalmente la puerta para abrirla.César fue el primero en entrar en la habitación. Al ver lo que pasaba, corrió rápidamente hacia la cama. Con las venas de su mano hinchadas, de inmediato agarró la muñeca de Guillermo, la torció y liberó el cuello de Lorena.—¡Cough cough…! ¡Pff…! —Lorena respiró profundamente, y escupió la sangre que tenía en la boca.César levantó su brazo y lo pasó por encima de la cabeza de Guillermo, luego le dio un golpe en la cabeza.—¿Te atreves a tocar a mi mujer? —César lo agarró como si fuera un cerdo, arrastró a Guillermo desde la cama de agua y lo tiró al suelo, pisando con furia su entrepierna.—¡Ahhh! —un grito de dolor resonó por toda la habitación.César, olvidando la imagen que debía mostrar un hombre de alta cuna, se montó sobre Guillermo y le dio puñetazos en la cabeza.—¿Lorena? —Marina fue la segunda en
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Capítulo 132
Entre los videos, había uno de Lorena, pero solo mostraba agresión física. No había sido víctima de una violación.Afortunadamente, ese video no había sido subido, porque ellos llegaron a tiempo para evitarlo.César, mientras revisaba junto a la policía, parecía irradiar un odio incontenible. Sus ojos se entrecerraron, y en lo más profundo de su mirada se escondía una tormenta.La familia de Guillermo probablemente desaparecería de Playa Escondida por completo después de semejante suceso.—David, ¿es capaz usted de borrar completamente esta grabación?El jefe de policía asintió y, frente a César, ordenó a sus subordinados que eliminaran el video de Lorena.Un policía se acercó para pedirle a Lorena que hiciera su declaración. César, impaciente por llevarla al hospital, quiso negarse.Sin embargo, Lorena, al escucharlo, no quería tener que ir después a la comisaría ni recibir otra visita de la policía. Así que accedió a hacer su declaración ahí mismo.La oficial hizo las preguntas rápid
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Capítulo 133
El médico explicó que la quemadura era bastante grave y que, cuando se curara, probablemente quedaría una cicatriz. Sin embargo, mencionó que se podía realizar una cirugía reconstructiva.—Muchas gracias, doctor —dijo Lorena.Lorena quería regresar a casa, pero César y Marina no estaban dispuestos a dejarla ir. Insistieron en que se quedara en el hospital para que alguien estuviera pendiente de ella toda la noche. Lorena no pudo convencerlos, así que se quedó.Pero, por la noche, César y Marina comenzaron a discutir sobre quién se quedaría a acompañarla. Ambos querían quedarse y no llegaron a un acuerdo, por lo que decidieron que los dos se quedarían en el hospital. Marina se quedaría en la habitación con Lorena, mientras que César se acomodaría en la suite de al lado.Afortunadamente, el hospital del Sagrado Corazón era un hospital privado, y las camas eran lo suficientemente grandes como para que Lorena y Marina pudieran dormir juntas.Antes de dormir, una enfermera llegó para admini
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Capítulo 134
Al final resulto que el mensaje que Lorena había enviado nunca le llegó a nadie. Fue César el que, al ver que ella no llegaba a casa, pensó que se había escapado. Fue a buscarla a casa de Marina, pero cuando no la encontró, se dio cuenta de que había desaparecido.César contactó al jefe de la policía, mientras que Marina llamó a Álvaro. Revisaron todas las cámaras de seguridad de la ciudad y así lograron encontrar el paradero de Lorena.Sin embargo, Álvaro fue más rápido que la policía. Hackeó las grabaciones de seguridad y rastreó el vehículo en el que se había subido Lorena. Luego, Álvaro le informó a Marina, y ella le avisó a César, permitiéndoles llegar a la mansión a tiempo para rescatarla.— No tienes idea de lo mucho que César estaba preocupado por ti —dijo emocionada Marina.—Antes de venir a buscarme, ya había revisado el aeropuerto y la estación de tren buscándote. En solo unas horas, prácticamente se recorrió toda Playa Escondida.— Lo escuché cuando iba en el auto. De camin
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Capítulo 135
Al principio, Lorena se sentía bien, pero con el paso del tiempo empezó a notar que Celeste hablaba demasiado. Así que, con una mirada de súplica, buscó a Marina.Marina captó la indirecta, y agarro a Celeste del brazo.— Mamá, ahora lo que mi hermana necesita es descansar, no que la bombardees con esa cantidad de preguntas sin sentido.Lorena, mayor que Marina, no le dio importancia al “hermana”. Aunque pensó que, con su madre presente, Marina se comportaría con más seriedad.Celeste miró a Marina con reproche y la reprendió:— Y tú, ya aprendiste a escaparte de casa sin avisar. ¿Por qué no llamaste para decirnos dónde estabas? Me preocupaste muchísimo.— Sí, sí, lo sé, me equivoqué — Marina asintió, admitiendo su error.—Pero mira, estoy perfectamente bien y además, te traje una sorpresa.— Álvaro, muchas gracias. Marina me contó lo que hiciste — Lorena finalmente tuvo la oportunidad de agradecerle.— ¿Agradecerme por qué, hermana? Si eres amiga de Marina, también eres mi amiga. Adem
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Capítulo 136
Flavio prácticamente convirtió su observación en un lloriqueo.La esposa de Flavio apoyó su argumento y añadió:— María, mira esto… ¿No crees que César ya en serio se ha pasado demasiado?María alzó su taza de café, pero no bebió. En su lugar, miró hacia César y, molesta, preguntó:— Mijo, ¿qué ha pasado aquí?César cruzó las piernas y se acomodó, con la mano sobre la rodilla. Parecía que nada le podía afectar.— Guillermo ha contribuido a la empresa, eso es cierto. Pero eso no le da derecho a violar la ley. Si hubiera cometido un error dentro de la empresa, podría haberlo perdonado en consideración a su historial. Pero esto… esto es un delito. No hay nada que pueda hacer por él.— ¡Pero como puede ser esto posible…! — Flavio sintió que la rabia le subía al pecho, dejándolo sin aire.Ya había intentado hablar con David, el jefe de policía, pero el problema era que había sido César el que presentó la denuncia y llevó personalmente a Guillermo a la comisaría.— Sobrino, ¿todo esto solo p
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Capítulo 137
De vuelta en su oficina, Ricardo le envió un mensaje a Marina mientras trabajaba, esperándola tranquilamente.Después de, por fin, deshacerse de Celeste y William, Marina caminó con cautela hacia la oficina del director del hospital, parecía tener miedo de ser descubierta. Miraba a su alrededor una y otra vez antes de entrar.Tocó la puerta, la empujó y, al entrar, se encontró con Ricardo sentado en su escritorio, mirándola con una expresión infeliz.— ¡Ay coño! — Marina se volteó de golpe, asustada por su expresión, y se llevó una mano al pecho.— ¿Qué cara es esa? ¡Me asustaste!— Me has estado ignorando durante días. ¿Cuánto tiempo más piensas ignorarme? Hoy, si no te enviaba un mensaje, ¿siquiera habrías venido a verme? — Ricardo se levantó de la silla y la acercó a su pecho para hundir la cara en su cuello, y disfrutar su fragancia. La había echado de menos en estos días.— ¡Por Dios, basta! — Marina sintió cosquillas y trató de apartarlo con la mano. —¡Ya vine a verte! ¿No se su
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Capítulo 138
César se quitó el saco y se sentó a un lado para ver la partida. De vez en cuando, cuando Lorena dudaba sobre qué carta jugar, él tomaba una de su mano y la ayudaba a lanzarla.— ¡Eso no es justo! ¡Tienes ayuda! — Álvaro protestó, indignado.— También puedes buscar a alguien que te ayude — César respondió con indiferencia, sentado detrás de Lorena.Con la ayuda de César, Lorena jugaba cada vez mejor.Durante el juego, se dio cuenta de que aún no habían cenado. César tampoco había comido en casa de María, ya que había vuelto al hospital muy deprisa. En ese momento, también sintió hambre y decidió encargarse de pedir la comida.Siempre era Clara la que se encargaba de hacer los pedidos por él, así que, sin dudarlo, tomó el celular de Lorena para hacer el pedido.Cuando la comida llegó, los tres dejaron las cartas a un lado y cenaron.Después de comer, Marina quería quedarse a dormir, pero César la echó sin contemplaciones, obligando también a Álvaro a volver a su habitación.Luego, César
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Capítulo 139
Álvaro volvió a su habitación, encendió su computadora y se dispuso a hackear la cuenta de Guillermo. Después de obtener la información que necesitaba, se la envió a William. Luego, se estiró, corrió las cortinas y se acostó para la siesta.Mientras tanto, después perder la oportunidad de quedarse en la habitación de Lorena por culpa del estúpido del César, Marina se tomó su tiempo antes de volver a casa. Recordó las quejas de Ricardo durante el día y, en lugar de irse, fue a la oficina del director del hospital.Si Ricardo ya había salido del trabajo, significaba que no tenía suerte. Pero, si todavía estaba allí, entonces él debía agradecer que ella lo buscara.Para su sorpresa, el siempre dedicado Ricardo aún estaba en su oficina, trabajando horas extras.Cuando la vio entrar, su expresión mostró una mezcla de sorpresa y satisfacción.— ¿No estabas ocupada con tu pareja de gemelos inseparables? ¿Cómo es que te acordaste de venir a verme? ¿Qué te picó? — dijo Ricardo con un tono de lá
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Capítulo 140
¿El papá biológico?Lorena había vivido como huérfana los últimos tres años, y jamás había escuchado que sus padres biológicos la estuvieran buscando.Entonces, ¿cómo es que de repente aparecía un papá biológico reclamándola?— ¡¿Qué es todo este alboroto?! No dejan dormir ni un coño — Álvaro, que tenía el hábito de trasnochar y dormir durante el día, salió de su habitación, despeinado, rascándose la cabeza después de ser despertado por los gritos en el pasillo.Uno de los tipos lo vio y de inmediato le habló:— Joven, usted llega justo a tiempo. Ayúdenos por favor a mediar esta situación. La persona que está en esta habitación es mi hija, y quiero llevármela, pero estos hombres nos están bloqueando la entrada. ¿Acaso ya no existe la justicia en este mundo?El tipo fulminó con la mirada a los guardaespaldas vestidos de negro y gritó con enojo:— ¡Lo que hacen aquí es ilegal y una completa canallada! No pueden venir, así como así a impedir que un padre se lleve a su hija. ¡Voy a llamar
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