Punto de Vista de Briana “¿Estás bien?”, preguntó Anthony Goldstone después de la conferencia.Habíamos salido antes que los demás porque sentía que todo mi cuerpo ardía.Sentarse al lado de tu ex apestaba.“Estoy bien, Anthony. ¿Pueden tú y Martina esperarme en el coche? Solo necesito ir a retocarme”, le dije.Anthony parecía reacio a irse. Miró mi rostro por un momento antes de asentir con la cabeza.Cuando él y Martina se fueron, fui al tocador, siguiendo las instrucciones de uno de los miembros del personal.Miré mi rostro sonrojado en el espejo y gemí.Era tan difícil mantenerme calmada, aparentando indiferencia mientras mi exmarido estaba sentado justo a mi lado.Fue incómodo, por lo menos.Durante toda la conferencia, estuve muy ansiosa. Quería hacer que las manecillas del reloj se movieran más rápido para poder irme.Noah había sido el único hombre en mi vida, y aunque lo odié durante los últimos cinco años, verlo y sentarme a su lado me sacudió hasta lo más profund

Punto de Vista de Briana Me fui corriendo tan rápido como pude.Noah me llamó.Podía escuchar el crujido de sus zapatos mientras tocaban el suelo y moví mis pies para acelerar mi caminata.Cabezas curiosas se giraron hacia mí, pero eso no me detuvo.Todo lo que sabía era que tenía que poner distancia entre nosotros: cuanto más amplia fuera la brecha, mejor para mi tranquilidad mental.Mientras caminaba, la escena en la salida de emergencia ocupó mi cabeza y el remordimiento me llenó.¿Cómo le permití a mi ex libertades hacia mis labios así como así?Y pensar que esta no era la primera vez que esto sucedía.Sacudí la cabeza mientras el desdén por mis acciones me llenaba.No debería convertir esto en un hábito."Ya terminamos. Deja de besarme, Noah", siseé cuando él me alcanzó y me dio la vuelta para mirarlo."¿Crees que me gustó?", dijo con voz áspera.Mis ojos se abrieron de par en par."Entonces, ¿ahora fue mi culpa?".Mi pregunta debió haber tomado a Noah desprevenido

Punto de Vista de BrianaDejé a Noah en medio del vestíbulo con la boca abierta y sentí una gran satisfacción por mi obra.No siempre lo dejaba estupefacto en una discusión, y me daba un inmenso placer saber que hoy lo hice. ¡Dejé a Noah Hunter sin palabras!Creo que merecía una palmadita mental en la espalda.Salí del edificio y me metí en la camioneta negra donde me esperaba mi hermano.Cuando abrí la puerta, tres tornados pasaron a mi lado para saltar del coche. Eran astutos y mi intento de detenerlos fue inútil.Observé con asombro cómo corrían dentro del edificio, gritando a todo pulmón."¡Eres hombre muerto!", escuché que advertía Brix, para mi consternación.Los sonidos que hacían sus pequeños pies resonaban en el vestíbulo, atrayendo la atención de la gente.Los trillizos ignoraron las miradas boquiabiertas que recibieron y fueron directo a su objetivo: ¡Noah Hunter!Los trillizos corrieron hacia Noah.Cuando estuvieron cerca de él, le patearon las piernas y las espi

Punto de Vista de Briana “Tengo un cerebro en pleno funcionamiento, Briana. Sabes que siempre puedo pagarle a alguien para que revise sus certificados de nacimiento por mí”, advirtió Noah.La seriedad en su voz era inconfundible. Mi corazón comenzó a latir mientras el miedo recorría mi columna vertebral.Lo reprimí y comencé a restarle importancia a la sospecha de Noah.“No encontrarás nada. Mis hijos son Ford”, le dije con falsa bravuconería.La mirada de Noah era inquisitiva. Pero su control sobre mí se aflojó.Tomé eso como mi señal para irme. Me di la vuelta y salí del edificio hacia el coche de mi hermano que me esperaba.Traté de caminar con la mayor normalidad posible. A pesar de mis esfuerzos, mis rodillas temblaban.Parecía que no podía sacarme de la cabeza la amenaza de Noah.Me preocupaba lo que haría si se enteraba de que los trillizos eran suyos.Cuando entré dentro del coche, mi cuerpo comenzó a temblar.“Mami, lo sentimos. No lo volveremos a hacer”, dijeron m

Punto de Vista de NoahCon sospecha, observé a Briana irse y no pude sacarme de la mente la aprensión que vi en su rostro.Tenía la fuerte sensación de que Briana no me estaba diciendo la verdad.Cuando la camioneta negra se fue, tomé mi teléfono de mi bolsillo para llamar a Brent.“Tengo otra tarea para ti”, dije cuando Brent contestó.“Dime”.“Revisa los registros de los hijos de Briana. Son trillizos. Briana dijo que son Ford, pero tengo la fuerte sensación de que son míos”.Hubo silencio del otro lado.“¿Qué te hace pensar que son tuyos?”, respondió Brent.Dudé y Brent captó mi silencio equivocadamente.“Como tu amigo, te doy una advertencia. No busques algo que no estaba allí para evitar decepciones y dolores de cabeza más adelante”.“No lo estoy haciendo”, lo negué con vehemencia.“¿Qué estabas haciendo entonces?”.“Simplemente tengo esta sensación”, admití.Brent se puso serio.“Sé que tienes remordimientos, y tal vez una parte loca de ti desea que los niños fuera

Punto de Vista de NoahCuando Langley se fue, me masajeé lentamente las sienes. Luego, cerré los ojos, tocando con los dedos la superficie lisa de mi escritorio.Me dolía la cabeza al pensar que el hombre en el que confiaba no merecía mi confianza.Mi computadora portátil sonó como una notificación de un nuevo correo electrónico. Y cuando revisé el remitente, era Langley. Abrí el archivo con manos temblorosas y comencé a leer su contenido.Cuando terminé, mi pecho se sentía congestionado. Aquí está la prueba de la duplicidad de mi tío.Recuerdo que hace cinco años, él me presionó para que me tomara una licencia de la empresa para concentrarme en mí mismo.“Necesitas curarte de la pérdida de tus padres, de lo que pasó con tu matrimonio y recuperar tu fuerza. No te preocupes por la empresa, yo me encargaré por ti”.Me reí por lo bajo en mi cabeza ya que había aceptado sus palabras y confié en él.Hablemos de la confianza mal depositada.Llamé a Brent."Tenemos las pruebas", le

Punto de Vista de NoahMiré con ojos llorosos la casa al otro lado de la calle con añoranza.Era el amanecer cuando los coches se detuvieron en la entrada de la casa, lo que me hizo enderezar la espalda para mirar como un halcón.Las puertas de los coches se abrieron simultáneamente para dar paso a sus pasajeros.Mis ojos se abrieron cuando reconocí las similitudes en sus rostros.Los hermanos Ford estaban aquí.Sus brazos estaban cargados con paquetes y bolsas de compras. Una sonrisa se dibujó en mi rostro. Me aventuraría a suponer que eran para los trillizos.Una alegría llenó mi corazón al saber que estos hombres adoraban a mis hijos incluso cuando no eran parientes de sangre."Deberías haber traído un carrito. Ven, déjame ayudarte", le dijo una mujer de cabello rizado a un hermano Ford.Las bolsas de compras cambiaron de manos y ellos marcharon hacia la casa.Cuando desaparecieron, escuché un ruido, muy parecido a un grito.“¡Riley, Mason, Brix! ¡Papá está aquí!”.Los d

Punto de Vista de Briana Me desperté con el sonido de voces fuertes y me alarmé al instante.Debía ser el nuevo hogar.Mis oídos se pusieron alerta cuando reconocí la voz familiar de mi hermano llamando a mis hijos.Gemí y miré a los trillizos, agradecida de que el alboroto no los había despertado.Bueno, eso fue un pensamiento prematuro. Como decía el dicho, no se puede cantar victoria antes de tiempo.En mi caso, no debí confiarme demasiado porque justo después de levantarme de la cama, noté que los ojos de mis trillizos se abrían de par en par al menor movimiento mío.Al principio, parecían desorientados. Luego, sus pequeñas orejas captaron las voces y una sonrisa se curvó lentamente en sus lindas caritas."¡Papá!", gritó Mason de alegría.Salió volando de la cama y se fue corriendo de mi habitación con sus dos hermanos detrás.Cuando Mason llegó al último escalón, se lanzó a los brazos de Rowan, quien lo esperaba.“¡Te extrañé, pequeño!”. Rowan abrazó a Mason mientras M

Punto de Vista de Noah Estaba soñando con Briana cuando mi teléfono empezó a vibrar, despertándome.Frustrado, agarré el teléfono sin mirar el identificador de llamadas para gritar: “¿Qué?”.“¿Noah?”.Suspiré. “Sí. ¿Tío Matt?”, respondí usando mi tono de voz normal.El Tío Matt se aclaró la garganta. “¿Vienes al gran lanzamiento del Hotel Rosewood?”, preguntó.Hubo un silencio embarazoso y mis entrañas se tensaron ante lo que el Tío Matt tenía que decir. Recordé esta misma escena hace cinco años. Él me llamó para preguntarme si estaba a punto de salir de la oficina para mi tercer aniversario de bodas.“Sí”, respondí finalmente.“Está bien. Te veo allí”, me dijo y colgó el teléfono.Me quedé mirando mi pantalla en blanco durante unos segundos antes de salir de la cama y caminar lentamente hacia el baño privado.Mientras el agua de la ducha me salpicaba la cabeza y la cara, dejé de lado la llamada del Tío Matt y me concentré en mi sueño.Ante la posibilidad de volver a ver a

Punto de Vista de Noah Briana me estaba evitando.Era muy obvio.Cada vez que nos cruzábamos en la fiesta, ella terminaba girándose hacia otro lado o fingiendo atender una llamada o un mensaje.“Buenas tardes, Señor Hunter. ¿Puedo invitarte a una bebida?”. Aparté la mirada de Briana y la cambié a Marcus Ford, quien me miraba con veneno en los ojos.“No. Gracias. Estoy bien”, le dije, queriendo mantener la cabeza despejada para cuando finalmente acorralara a Briana, pero ella era esquiva.Estiré el cuello porque ella ya había dejado a la última pareja a la que la vi unirse a lo lejos, queriendo saber a dónde iría después.“¿Está buscando algo, Señor Hunter, o a alguien?”. Esta vez, escuché una advertencia en la voz de Marcus Ford.Me puse de pie, sin querer sentirme acobardado. Él era un Ford, pero yo era un Hunter. Yo hacía que las cosas sucedieran.“Estoy buscando a mi…”. Mi voz se apagó cuando me di cuenta. Estaba a punto de decirle a la cara de su marido que Briana era mi