Inicio / Romance / ¡Yo no acepto el divorcio! / Capítulo 121 - Capítulo 130
Todos los capítulos de ¡Yo no acepto el divorcio!: Capítulo 121 - Capítulo 130
150 chapters
Capítulo 121
"No tendré problema en llevarte a la tumba junto con él…"Las palabras de Daisy quedaron resonando en los oídos de Fernando, como un eco demoledor. Sintió la sangre subirle a la cabeza.—¿Tan mal concepto tienes de mí? —preguntó, con la voz tensa—. ¿Crees que llegaría a atentar contra la vida de un hombre en silla de ruedas?—¡Sí! —contestó Daisy sin dudarlo—. Nunca has sido alguien decente. Haberme fijado en ti en su momento fue mi peor ceguera.Esa última frase, "haberme fijado en ti", se quedó dando vueltas en la mente de Fernando cuando Daisy se alejó.«¿Acaso Daisy realmente estuvo enamorada de mí en aquel entonces? ¿Pero por qué se esforzó tanto por casarse conmigo si ni siquiera nos conocíamos bien?»Con la cabeza hecha un lío, Fernando regresó a la vieja mansión de los Suárez. Terminó yendo al jardín, donde encontró a la abuela María ocupada con sus flores bajo la luz rojiza del atardecer. Sus recuerdos se agolparon: durante tres años, Daisy solía pasarse horas allí con la abue
Leer más
Capítulo 122
Justo en ese momento, su teléfono vibró con la llamada de Ginesa. Revisó con la mirada que no hubiera nadie cerca y, entonces, contestó en voz baja:—Tía…La voz de Ginesa al otro lado sonaba realmente preocupada:—Niña, ¿cómo es que pasó algo tan grave y otra vez no me lo dijiste? Si la señora Ortega no me hubiera llamado, ¿pensabas mantenerlo todo en secreto?—He estado… muy ocupada —respondió Daisy, presionando con fuerza sus sienes adoloridas.—Ay… —suspiró Ginesa—. ¿Cómo está Javier?—Sigue inconsciente.—¿Y cómo llegó a ese extremo? Es absurdo que Fernando, por mucho rencor que te tenga, se ensañe de ese modo con alguien en silla de ruedas.—¿Tía, a qué te refieres?—La señora Ortega me dijo que, en el momento del incidente, una sirvienta vio cómo el asistente de Fernando, de pronto, soltó las empuñaduras de la silla. Eso provocó que Javier cayera.«Entonces… ¿de verdad fue él?» pensó Daisy, sintiendo un escalofrío.***En la casa de los OrtegaTan pronto como Daisy entró, fue di
Leer más
Capítulo 123
Su voz, entrecortada por el llanto, sonaba casi desesperada.—Ya perdí a mis otros tres hermanos, y tú me prometiste que ocuparías su lugar y me cuidarías. ¿Cómo puedes irte ahora? ¿Cómo vas a romper tu promesa?La angustia nublaba sus pensamientos, y soltó un montón de frases inconexas mientras las lágrimas salpicaban sus mejillas:—Pronto comenzará el proyecto de la empresa, ese que pertenece a los De Jesús… ¿En serio vas a dejármelo todo a mí sola? ¿Quieres que muera de cansancio? ¿No eras tú el que siempre decía que odiabas verme exhausta?Mientras le hablaba, sacó sus agujas de plata e intentó salvarlo con la técnica que tantas veces había usado para revertir situaciones críticas. Daisy había logrado rescatar a muchos de la muerte, así que se aferraba a la esperanza de que, esta vez, Javier también sobreviviría. Pero, a pesar de sus esfuerzos, él dejó escapar su último aliento, sin que su cuerpo reaccionara a las maniobras de Daisy.—¡Hermano…! —sollozó ella, con el corazón oprimi
Leer más
Capítulo 124
Un tigre blanco adulto, salvaje y agresivo, que incluso había sido inyectado con algún tipo de sustancia para volverlo más violento. En ese lugar, no importaban ni la edad ni la voluntad de la persona: todo el mundo tenía que acatar las órdenes del instructor. En esa ocasión, Daisy casi terminó convertida en la cena del felino; en el último segundo, él apareció para salvarla, sin importarle su propia vida.No solo la rescató de las fauces del tigre, sino que, en los días y semanas posteriores, la acompañó en cada entrenamiento inhumano, dándole fuerzas para resistir. Daisy jamás olvidaría sus palabras:«No temas, hermanita… estoy aquí para protegerte.»Era imposible imaginar aquellos años tan difíciles sin su compañía. Para Daisy, él se convirtió en una luz que irrumpía en medio de su oscuridad.Al recordarlo, sus lágrimas arreciaron:—A partir de ahora… ya no me queda ningún hermano. Ni uno solo.Su luz se había extinguido, y a Daisy le parecía que su mundo volvería a quedar sumido en
Leer más
Capítulo 125
Aquella actitud desafiante solo avivó la furia de Daisy. Con la vista clavada en su pecho, alzó el cuchillo, dispuesta a hundírselo de un solo golpe…En el último segundo apareció Blanca.—¡Cuñada…! —gritó, horrorizada de que Daisy estuviera a punto de matar a su hermano.«¿En qué momento llegó a odiarlo así…?»Sin pensarlo, Blanca se lanzó entre ellos y agarró la mano con la que Daisy sostenía el arma.—Cuñada, no sé qué pasó entre ustedes para que llegaras a esto —dijo con la voz temblorosa—, pero tengo que advertirte… ¡matar a alguien es un delito! Y más si se trata de un ex esposo que ni siquiera vale la pena.Fernando estaba en silencio.Daisy, al escuchar la voz de Blanca, recuperó un poco la compostura. Sin embargo, el odio que sentía por Fernando no disminuyó ni un ápice.—Fernando, porque Blanca se metió en medio te salvaste por hoy, pero no creas que vas a librarte tan fácil. Lo que le hiciste a Javier te va a costar caro, y te juro que voy a cobrártelo mil veces.Fernando no
Leer más
Capítulo 126
A pesar de que el Grupo De Jesús fuera fundado por Tomás, su visión de negocios llevaba tiempo quedándose obsoleta. Jacob, por su parte, era un hombre de artimañas y poca sustancia: más astuto que competente. Durante todos estos años, en realidad, quien había mantenido a flote y en crecimiento la empresa era Javier. Sin él, el Grupo De Jesús no habría llegado a donde estaba. Ahora que no estaba, Daisy no podía permitir que todo su esfuerzo se echara a perder.Sin embargo, al regresar del lugar de Fernando al hospital, Daisy vio a lo lejos una multitud de reporteros abarrotando la entrada. Uno de ellos, con ojos avispados, la reconoció:—¡Miren, es la asistente personal de señor Javier!Con ese grito, todos se agolparon alrededor de Daisy como abejas sin reina:—Señorita La Torre, nos han dicho que el señor Javier ha fallecido. ¿Puede confirmar si es cierto?—¿Quién les dio esa información? —replicó Daisy, con la mirada aguda.El reportero no se inmutó:—Eso no importa, solo necesitamos
Leer más
Capítulo 127
—¿La comisaría?—Exacto —confirmó Enzo—. Frigg y Jasmine aprovecharon el escándalo que ocurrió en la casa de los Ortega para escapar. Fernando las persiguió, y yo pensé que iría a consolarlas.» Pero, al llegar, les dio tremenda bofetada y ordenó que las llevaran directo a la policía, presentando evidencia de cómo intentaron incriminarte. Además, la familia Ortega hizo presión, así que ni siquiera Alberto pudo sacarlas bajo fianza. Muy probablemente las condenen a prisión.—… ¿Y eso qué? —preguntó Daisy, sin rastro de compasión.—Solo digo que, si Fernando de veras estuviera tan obsesionado con Frigg como crees, no la habría enviado a la cárcel. ¿Cómo iba a encerrarla así si tanto le importaba?Enzo llevaba tiempo vigilando la mansión de los Mero y había visto la actitud de Fernando hacia Frigg. Le parecía que su jefa lo estaba malinterpretando. Daisy soltó una risa cargada de amargura:—Estar tras las rejas puede ser menos libre, pero no necesariamente más peligroso. Mira todo lo que
Leer más
Capítulo 128
Daisy soltó una carcajada mordaz:—¿Eso es todo lo que sabes hacer, Jacob? Si eres tan valiente, ¿por qué no vienes tú solo a golpearme?—… ¡Ponerme a tu nivel me ensuciaría las manos! —bufó él, con desprecio.—¡Pues a mí no me importa! —replicó Daisy, dando un paso decidido hacia él. Sin pensarlo dos veces, levantó la mano y le estampó una bofetada.—T-tu… ¿Quién te dio permiso para…?¡Paf!—¡Maldit…!¡Paf!—¡Joder…!¡Paf!Cada insulto que salía de la boca de Jacob terminaba en otra bofetada. En pocos segundos, su rostro estaba hinchado y colorado, y lo peor era que no tenía ni un segundo para defenderse; cada vez que levantaba la mano, Daisy le propinaba otro golpe. Al final, las palabras murieron en su garganta.Ella, al ver que por fin se callaba, preguntó con una sonrisa helada:—¿Quieres seguir hablando?Aun con el orgullo herido, Jacob no se atrevió a responder. La furia bullía en sus ojos, pero no soltó ni un sonido.—¿Por qué me miras así? —insistió Daisy, amagando con levanta
Leer más
Capítulo 129
Había muchas personas presenciándolo todo, pero nadie levantó un dedo para evitarlo. Para ellos, Daisy era una intrusa en la familia De Jesús, un elemento incómodo. Pese a contar con aquella supuesta “última voluntad” de Javier, seguía sin tener el linaje suficiente para ostentar el mando. A fin de cuentas, se decían, ¿cómo una simple cuidadora, por mucho que tuviera el respaldo de los Ortega, iba a imponerse en el corazón de la familia De Jesús?Así que prefirieron quedarse al margen, deseando en secreto que Jacob y Daisy se atacaran mutuamente. Ojalá terminaran destruyéndose el uno al otro. Con eso, Tomás y sus descendientes quedarían sin lugar alguno, y al fin ellos podrían librarse de la sombra que los había limitado durante años. Habían olvidado que el Grupo De Jesús fue fundado por Tomás, y también habían olvidado lo mucho que él les había dado; sólo recordaban la tiranía con la que, según ellos, Tomás los trataba.Mientras Jacob se acercaba cada vez más, los presentes contenían
Leer más
Capítulo 130
***Una vez concluido el funeral de Javier, Daisy asumió de manera oficial su nuevo cargo en Grupo De Jesús.La noticia de que se convertiría en la directora ejecutiva de la compañía no tardó en desatar toda clase de reacciones.Entre comentarios de admiración y murmullos de sospecha, había quienes ponían en tela de juicio su reputación:—Primero se vuelve la nieta adoptiva de Erik, de la familia Ortega... ¡y ahora sale nombrada como la nueva presidenta de Grupo De Jesús! ¿No es demasiado rápido?—Huele a conspiración, ¿no?—Dicen que las mujeres bonitas son las más peligrosas…Esas críticas injustas hicieron que Enzo, Lira y Gaviota estallaran de indignación.—¡Cómo me encantaría cortarle los dedos a esos tontos que escriben sin pensar! —soltó Lira, furiosa.—Son un montón de chismosos que solo buscan problemas —añadió Gaviota con el ceño fruncido.—Está clarísimo que hay alguien avivando el fuego —enfatizó Enzo—. Yo ya mandé rastrear las cuentas de esos trolls.Mientras tanto, la pro
Leer más
Escanea el código para leer en la APP