Me desperté temprano viendo a mi esposo durmiendo a mi lado en la cama, con una de sus manos en la frente y la otra en el vientre, me puse de rodillas en la cama, poniendo mis manos a cada lado del rostro de mi esposo. , Lamí sus labios, besando y lamiendo su torso desnudo, quitando la sábana que lo cubría, seguí besando y lamiendo su vientre, bajando hasta su miembro, viendo como poco a poco se iba poniendo más duro, lamí todo su largo tocándolo con mis manos, lamí la punta, hasta sentir las manos de mi marido, él agarró mis brazos, levantando mi cuerpo, dejando nuestras bocas a milímetros de distancia. —Buenos días, pantera—, me dijo Gerard, sonriendo.—Buenos días mi amor, ¿te gustó cómo te desperté? aunque no me has dejado continuar— le dije—Me encantó pero déjame continuar—, me dijo, recostándose en la cama, poniéndose encima de mí.Gerard tomó mis manos con una sola mano, colocándolas encima de mi cabeza, lamiendo mi cuello, mis mejillas, mis labios, bajó hasta mis pechos, la
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