El cementerio estaba envuelto en un silencio sepulcral, como si el propio tiempo se hubiera detenido para rendir homenaje. La luz del sol se filtraba a través de los árboles, proyectando sombras largas y oscuras sobre las lápidas y el césped. El aire estaba cargado del aroma a incienso y flores frescas, que parecían flotar en el aire como un velo de respeto.La multitud reunida era un mar de rostros sombríos, vestidos de luto. Los líderes más importante del mundo empresarial estaban presentes, junto a familiares, y amigos.Vestido impecablemente, con sus gafas de sol puesta, Dante miró a su alrededor, vio a sus familiares, su primo Christopher acompañado por su suegro y varios rostros conocidos. Cesare se acercó a él.— Hay que reconocer que la viuda está muy linda. Dante sonrió era un comentario que el hubiera hecho muchos años atrás, pero era cierto la viuda era una mujer muy linda...Dante descendió del avion regresaba de Grecia, abordo al helicóptero, se dirigía a Manor Hall, su vi
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