Capítulo 51; A punto de una despedida de soltero~Mauro~—semanas después—Se me hace increíble cómo Melania pudo ganarse a mis padres en cuestión de meses, ella supo hacer exactamente lo que ellos querían que tuviera una mujer para que pudiera entrar a la familia, y quizás no se casó con mi hermano, pero mis padres la defendieron de los malos comentarios de la prensa y de cada persona que la insultó por dejar a mi hermano esperándola en la iglesia. Sí, todos esperábamos que defendieran a mi hermano, y aunque lo comprendieron, le dieron mucho más apoyo a Melania, y su excusa más tonta fue que ella lo merecía porque estaba triste.Lo peor de todo, es que ni siquiera dudaron en venderle las acciones que mi padre puso a la venta, aún sabiendo que la estaban convirtiendo en una de las socias con más poder dentro de la junta directiva por todas las acciones que ha obtenido. Estoy enamorado de Melania, pero en el fondo siento que ella quiere dejarnos sin nada, desde su llegada ha obtenido

Capítulo 53; Broma ~Mauro~Empiezo a escuchar música y mis ojos se abren, miro para todos lados y, claramente, no estoy en mi habitación. Me quedé a dormir con los chicos porque estábamos vueltos nada de tanto alcohol que había en nuestro sistema y de tantos retos que nos hicieron reír toda la noche y parte de la madrugada. La pasamos jodidamente bien, y hace tanto tiempo no me divertía de esa manera. Tiro la almohada y la sábana a un lado para levantarme de la cama y lavarme la cara, afirmo mis manos en el lavado y justo cuando me miro en el espejo veo un tatuaje en mi cuello, en mi clavícula y otro en mi frente, pero lo peor de todo es que justo el que está en mi cuello y que es el que más se nota, es el nombre de Melania. —¡Maldito Roger!Ni de chiste puedo salir de aquí con estos tatuajes, no me voy a casar de esta manera, Aisel me matará apenas que yo ponga un pie en la iglesia y vea los tatuajes. Salgo del baño en busca de Roger, no puede hacerme semejante broma. Si Abdiel

Capítulo 55; No te cases~Melania~—¡Taxi! —Megane detiene uno que va pasando—. Dile todo lo que sientes. Bájale el cielo si es posible.—No se van a casar. —¡Ándale que se va el taxi!Le digo al taxista dónde me tiene que llevar.Espero que Mauro no se haya ido todavía a la iglesia, debo convencerlo de no casarse. A la vida le gusta retar, y vaya que sus retos representan todo nuestro valor, porque muchos han dejado ir todo lo que aman por miedo o por falta de valentía, y por eso yo decido enfrentar mis sentimientos, aunque me toque disfrazarlos de enojo y venganza. Me bajo del taxi, toco el timbre de la puerta varias veces y nadie me abre, creo que no hay nadie. —Melania —me volteo a ver a Mariela que está arreglada, viene en su auto—. Si estás buscando a Mauro te digo que se acaba de ir hace cinco minutos para la iglesia, no debe ir lejos. Lo vi salir.—Por favor, necesito que me lleves, necesito alcanzarlo antes de que llegue a la iglesia. —¿Cosas de la empresa?—Tú solo llév

Capítulo 57; La verdad se descubre~Mauro~Las decisiones pueden ser la definición de nuestra vida, porque de ahí parten muchas cosas que nos pueden afectar o nos pueden hacer bien. Una cosa lleva a la otra, pero todas alineadas en el mismo camino, es como si todo fuera buscando su lugar para hacernos bien o mal. Y justo la decisión de no casarme tuvo consecuencias, unas no muy favorables: Aisel intentó quitarse la vida y estuvo varios días en el hospital. Sus papás me culpan por lo que pasó y yo no puedo negarme, fui yo quien la dejó esperando por mí en la iglesia, preferí mi felicidad por encima de la de ella. Sí, siempre he sido egoísta y eso parece que no cambiará.Toda acción por buena o mala que sea tiene una consecuencia; es una ley que no se puede cambiar. No puedo juzgar a Aisel por lo que hizo, debió sentirse muy mal para tratar de quitarse la vida. Siempre ha sido débil, y eso no me sorprende.No debió hacerlo, pero hay que pensar que pudo ser la única salida que tenía pa

Capítulo 59; El Regreso ~Melania~Por alguna razón, llevo varios días en los que me siento observada, siento que no estoy tranquila en ningún lugar, quizás es mi conciencia tan llena de maldad que me está pasando facturas o solo me estoy volviendo loca y por eso tengo la idea de que todo el que está cerca me está persiguiendo. Puede ser que ya esté a punto de internarme en un manicomio. —Melania —doy un salto al sentir una mano en mi hombro. Me volteo con mi cara roja y al ver a Roger hago mala cara—. Si te asustas es porque la debes —bromea, haciendo que gire los ojos.—¿Qué necesitas?Se sienta en el mueble sin que yo lo invite. —Que me ayudes con tu hermana.—Olvídalo, no lo haré.—¡Por favor! Ya no sé cómo insistir, le he llevado flores, la he invitado a salir y me dice que no a todo. —No le gustas.—Tú sabes que sí. ¿Tiene novio?—No.—¿Entonces por qué me rechaza?—Tú no eres hombre para mi hermana.—¿Y tú sí eres mujer para Mauro? —masculla, cruzándose de brazos—. Yo sé que