50. Soy yo
BenjaminLa azafata evaluó a todos los presentes, acomodándolos antes de dirigirse a los pilotos para avisarles que podíamos partir. Miré a Ravenna, que parecía tensa, y extendí la mano hacia ella, tratando de transmitir seguridad.La conversación en el coche me dejó intrigado. Sarah nunca se había mostrado como Ravenna la describía, pero esa marca en su brazo me puso en alerta. Necesitaba investigar si la loba, hija del beta, estaba realmente mintiéndonos a todos y molestando a mi compañera.El avión despegó, y los dedos de Ravenna se entrelazaron con los míos con fuerza. Sonreí al verla cerrar los ojos, inquieta, y esperé hasta que se apagara la señal de alerta en el panel. Tan pronto como los pilotos dieron permiso, solté mi cinturón y luego el de ella."No creo que sea una buena idea", susurró, desconfiada."Es una excelente idea, Rav", respondí, levantándome y mirando a mis hermanas, que fingieron no ver lo que estábamos haciendo."¿Qué van a pensar, Benjamin?" Me reí, abriendo l
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