POV MAGNOS.Logré arreglarme con Amelia, y ahora ella estaba tranquila y sonriente. Ni parecía que hubiera estado llorando hace minutos. Gracias a la diosa Luna, pude resolver la situación.— Magnos, deja de ser ingenuo — comentó Cosmo en mi cabeza.— ¿Qué quieres decir con eso? — pregunté, sin entender.— ¿Creíste que todo está resuelto y que Amelia lo aceptó así tan fácilmente? Muchacho, las humanas son peores que las hembras. Son vengativas. Si yo fuera tú, andaría con cuidado — dijo Cosmo.— ¿Olvidaste que tú y yo somos uno? Eso significa que lo que me pase a mí, tú también lo sufrirás — comenté, riendo.— Qué mierda. Había olvidado ese detalle. Entonces, debemos estar atentos, porque estoy seguro de que Amelia se vengará de nosotros — dijo Cosmo, aprensivo.Miré a Amelia, sentada a mi lado en el asiento trasero del coche. Ella me miró y sonrió. Esa sonrisa era de quien estaba planeando algo sombrío. Lo sé porque pongo la misma sonrisa siempre que estoy imaginando formas de
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