Cuando estamos por llegar al centro comercial donde les indique, gracias a la ayuda del Internet, comienzo a llamar a Óscar. A los gemelos no parece molestarle que lo haga, porque después de todo eso fue nuestro acuerdo para poder venir con ellos.Pero, yo no confío tanto en lo que ellos me prometen y por eso, me desespero cuando Óscar, no contesta mi llamada. De inmediato, miro a los gemelos, pero, de ellos se encogen de hombros como si no supieran qué es lo que sucede.— Si algo les ha pasado a ellos, les juro que esta va a ser la última vez que me van a ver.— Ya has intentado escaparte de nosotros y aun así seguimos encontrándote. ¿No crees que es difícil huir de tu destino?— Ustedes no son mi destino, son mi maldita pesadilla. Pero lógicamente, esa pesadilla no seguirá presente cuando los mate. Porque si a ellos le sucedió algo, los voy a matar. &mda
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