Con unos cuantos contactos de Oscar, regresamos a la isla, donde realmente me siento en casa. Agotada, me acuesto en la cama donde los ojos se me cierran del agotamiento, pero, no soy capaz de dormir.Las palabras de los gemelos me afectan al igual que la duda que ha surgido en ellos sobre mi embarazo. Por eso, temo lo peor. Porque no sé cómo podrían actuar después de ello y debo prepararme para eso.Mi cuerpo está agotado, pero, mi mente tiene mucha energía para sobre pensar y tal parece que no es el único con energía, porque mi vientre se mueve mucho causando que por mucho que me sienta agotada, no sea capaz de descansar.— Marcela, debes comer. — dice Anne— No creo que mi estomago esté listo para comer. — susurro sin abrir mis ojos.— Fue un viaje complicado, pero, es necesario que te alimentes por el bien del bebé y tuyo también.— No te
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