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63 chapters
El último aliento
Galeano intentó arrancar su auto a toda velocidad, pero los hombres de Gonzalo lo alcanzaron a solo unos metros de la mansión y le dispararon, hiriéndolo gravemente. Alba y Alicia escucharon los disparos y se miraron, aterrorizadas. Sabían que Galeano estaba involucrado con ese mafioso al que le debía tanto dinero, y temieron lo peor. Desesperadas, dejaron a la bebé y a Carlotita al cuidado de la sirvienta y salieron corriendo de la mansión hacia la calle, temiendo que algo terrible le hubiera sucedido a Galeano.El aire estaba cargado de tensión, como si el mundo estuviera conteniendo el aliento. Alicia y Alba, con los corazones latiendo desbocados, no midieron el riesgo que podían correr saliendo de la mansión, solo se dejaron llevar por el miedo que les causaba que Galeano estuviera lastimado.El sonido de las balas había sido como un trueno en la calma de la noche, y ambas mujeres se miraron alarmadas, sabiendo que algo terrible estaba sucediendo. Al salir, el frío las golpeó en e
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El fin de un comienzo
El zumbido de las máquinas en la sala de operaciones era ensordecedor. Galeano yacía en la cama, conectado a un sinfín de máquinas que emitían un constante pitido. Con una expresión de desesperación, llamó al médico.—Por favor, llame a Alicia y Alba —dijo, su voz temblando—. Necesito hablar con ellas.El médico asintió y salió de la habitación. Galeano cerró los ojos un momento, sintiendo el peso de sus decisiones pasadas aplastarlo. Sabía que su tiempo se estaba acabando y había cosas que debía decir.Cuando Alicia y Alba llegaron, el ambiente era tenso. Ambas se acercaron a la cama, sus corazones latiendo al unísono con la esperanza de que el hombre que una vez había llenado sus vidas de complicaciones pudiera aferrarse a la vida un poco más.—Galeano… —comenzó Alicia, pero él levantó una mano, pidiéndole que se detuviera.—Lo siento, de verdad lo siento —dijo Galeano, sus ojos llenos de lágrimas.—Por todo el dolor que he causado. No he sido el padre que mis hijas merecían, ni el
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Epílogo diez años después.
Epílogo: Años DespuésDiez años habían pasado desde la muerte de Galeano. Poco después de su fallecimiento, Gonzalo Velutini fue arrestado por la policía y, como parte de su condena, se vio obligado a devolver la mansión y todos los bienes a Alba. Este acto de justicia permitió a la familia recuperar una parte importante de su pasado y comenzar a sanar.No mucho después, Rosi, la madre de Alicia, falleció en la vieja casa de la mujer humilde que le brindó apoyo en sus últimos años. Sus cenizas fueron entregadas a Alicia, quien decidió que descansaran junto a las cenizas de Galeano. De alguna manera, lograron estar juntos desde el más allá, uniendo sus espíritus en un descanso eterno.La vida había seguido su curso, y aunque la ausencia de Galeano siempre se sentía, Alicia, Alba, Carlotita y Lucía habían encontrado maneras de honrar su memoria y seguir adelante.Carlotita y Lucía habían crecido rodeadas de amor y apoyo. Miguel había cumplido su promesa de ser un padre presente y amoros
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