Mientras tanto, en la oscuridad de una mansión se encontraba una mujer, perdida por la desdicha, desesperada por encontrar a la única mujer que podía arrebatarle su sueño, su gran amor y la gran vida que hasta el momento llevaba. Carolina no encontraba maneras para saber dónde estaba esa mujer. Había notado a Hans un poco extraño, mucho más raro y menos conversador con ella, podía notar en su mirada, que él anheló, y cómo salía de su hogar muy temprano y regresaba a casa después de que fueras las doce de la noche, eso la había estado haciendo dudar.Quería seguirlo, pero siempre su suegra la interrumpía, y la necesitaba para algo, pero esto no será lo mismo hoy, ella tenía que descubrir qué era lo que estaba pasando.Sin hacer mucho ruido, se levantó temprano de la cama donde siempre dormía, en una habitación separada de Hans, pues este le había dicho que no le gustaba el contacto físico, pero ella sabía que todo era mentira. Con Andrea nunca fue de esa manera. A ella la llenaba de m
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