Cuando Karim levantó la mirada, sus ojos se encontraron con los de Juliette. En ese breve instante, todo el mundo a su alrededor pareció desvanecerse, y solo existían ellos. Karim abrió la boca, como si quisiera decir algo, pero las palabras se le atascaban en la garganta. Ella tomó una profunda bocanada de aire. Lentamente, Karim se sentó en la orilla de la cama, contemplando a su hija. Cuando Karim volvió a mirar a Juliette, algo en su interior se había transformado. Algo en él cambió. —Karim, ¿qué crees que haces? ¿Por qué estás aquí? —Encontrarnos ha sido coincidencia, no creo en el destino, sin embargo... Hoy podría ser la excepción —se le ocurrió decir a la expectativa. Juliette sintió que su corazón se llenaba de esperanza. Una parte de ella, esa que aún no se resignaba, tontamente creía que partir de ese momento las cosas podrían ser diferentes entre ellos. Tal vez, en medio de la complejidad de su relación en el antaño, podr
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