Capítulo 51La reina Marissa está delicada, Leonardo espera en la puerta de la habitación de su madre mientras escucha a todos los ancianos darle consejos de lo que debe hacer.—Debe tomar hoy mismo a la concubina Angela, ella es la única esperanza.—No lo haré, no tomaré a nadie que no sea Lucia, y si mi precio es pagar con mi cabeza, lo haré.—¡Alfa! Piense en todos, estamos a punto de perder las tierras de su padre, de quedarnos como esclavos de una manada extranjera.Los ancianos le súplican que haga algo, Pero Leonardo está en shock, sabe que no puede embarazar a ninguna loba que no sea Lucia, su masculinidad no responde, y no puede discutir este tema, porque es ofensivo para el.El médico sale, les informa que la reina madre sufrio un infarto, está delicada pero pide hablar con Leonardo.Este entra, intenta fingir que todo está bien y que solucionaran este asunto.—Dime la verdad, no debes ocul.. ocultarle nada —Marissa habla con algo de debilidad.—No puedo tocar a otra loba, d

Capítulo 53Lucía corre a gran velocidad, toma la mano de Leonardo que la jala llevándola a su lado del límite.Los dos se abrazan, ella siente como su cuerpo tiembla, su respiración se entrecorta y su cabeza da mil vueltas.—¡Lárgate Vincenzo! Te recuerdo que no eres bienvenido en Moonlight —el gruñido de Leonardo cuidando de la loba que ama se hace estruendoso en todo el lugar.—¿Crees que eso me va a detener? Los dos tenemos una guerra cazada desde hace mucho tiempo, y no estoy dispuesto a perder lo que me he ganado como mío.Vincenzo se baja de su caballo, sabe que al cruzar el límite está arriesgando todo, pero ya no tiene que perder, por eso se ha vuelto alguien más fuerte.Sus soldados quieren evitarlo pero el lobo cruza el límite sacando su espada.Lucía le pide que se vaya—¡No iré contigo! Déjanos en paz, eres un desquiciado.El no escucha nada, su enemigo, ese rival que ha tenido en su vida y que siempre lo ha agobiado está frente a él.—Los dos sabíamos que esto terminaría

Capítulo 55El Alfa se arrodilla en el suelo, sus ojos se llenan de lágrimas, una felicidad infinita inundan su piel, corre a los brazos de su hijo que duerme en su cuna.Leonardo lo carga, observa cada detalle que el amor creo, pues eso cree su hijo es producto de la infinita gracia de la Diosa Luna.Al mirar cada detalle ve en la planta de su pie el símbolo que aquel guardian le enseño, suspira, se siente aliviado.—¿Por qué no me lo dijiste antes?—Tengo que decirte algo.Lucia la toma de la mano, suspira nerviosa mientras le cuenta todo lo que significó Peter en su vida.—Envie una carta en la mañana, diciendo la verdad, se que le falle a Peter y su deseo de alejar a Sara de la herencia, Pero no puedo permitir que Moonlight sea esclavizado por tu hermano.Leonardo toma el mentón de Lucia, acaricia su suave piel, la misma que extraña con locura.Ella aún se siente nerviosa, Leonardo entiende que esto es mucho para ella.—¿Ahora que harás? Creo que debemos detener las intenciones de

Capítulo 57—¡¿Que clase de burla es esta?! —Los ojos de Victor se llenaron de una rabia que lo ahorcaba.—¿Burla? No veo la burla de la que hablas, estoy siguiendo las leyes del concejo supremo.El concejero líder, frunce el ceño se levanta enojado de la mesa—¿A quien quieren engañar? Todos sabemos que uno de esos hijos es del Alfa Vincenzo y que Lucia se ha hecho cargo de el, y otro del lobo Peter.Lucia con el carácter que siempre la caracterizo, toma un poco de aire por la nariz, suspira nerviosa.—Charles, el hijo que viene de mi vientre, nunca fue de Peter, el se hizo cargo de él Pero no es su hijoVictor le da un golpe en la mesa—¡Por favor señores! Ustedes no pueden caer en esta mentira, es claro que están usando esta artimaña para que no me sea entregado a mi y no descendencia lo que nos corresponde.Los lobos se miran, los ancianos de la manada apoyan a sus líderes Pero el concejo supremo tiene dudas de lo que sucede —¿No creen en mi palabra? —refuta Leonardo —He sido un

Capítulo 59Los besos son intensos, deseaban la oportunidad de estar solos, de ser uno de nuevo—Leonardo... No te detengas... —Lucia gruñe, muerde su labio inferior al sentir los labios de Leonardo juguetear con sus pechos, su debilidad.—Preciosa... Te deseo... Mil veces te deseo —suspira Leonardo mientras baja sus besos por el abdomen.Lucía gruñe en medio del placer que le causa la lengua de su Alfa en su intimidad, gruñe mientras disfruta de la sensación de cosquillas culposas.El Alfa no se puede detener, se quita el pantalón, y lentamente entra en ella, los gemidos, la tensión el momento es mágico.El vaivén de los senos de Lucía, enloquecen a Leonardo, como olvidar esa sensualidad tierna e inocente que lo conquisto.Un beso suave, una ternura infinita en medio de las caricias de los dos, entrelazan sus manos y un gruñido sale de sus bocas.Lucía abre los ojos, besa el abdomen de su lobo que está acostado a su lado, siente miedo pero está segura que nada pasará.Regreso solo pa