GRACE David me habia llevado a casa como siempre, después de trabajar, me duché y queria descansar, pero antes de que pudiera hacerlo, tocaron a la puerta, crei que podría ser mi madre, ya que ayer no había venido para hablar conmigo, vaya sorpresa que me llevé. - Grace, ¿como estás querida?.- dijo mirando mi abdomen de embarazada. - Señora Aida, ¿Qué es lo que quiere?, oh, seguramente viene a comprobar si es cierto que espero un bebé.- comenté sarcástica. - En efecto, George me lo dijo, y queria verlo por mi misma, ¿me dejas pasar? - Disculpe pero, esta es mi casa y usted no es bienvenida en ella, no se a que vino pero es mejor que se vaya, a David no le gustará saber que estuvo aquí. - Mira, Grace, sé que en el pasado no te traté bien, cuando eras la esposa de David, y quisiera que pudiéramos dejar eso atrás, me gustaría estar presente en la vida de mi nieto. . . La interrumpí- ¡Usted cree que yo voy a permitir que esté cerca de mí o de mi bebé! en verdad que está d

DAVID Terminé la ponencia y bajé a saludar al organizador, vi a Grace levantarse de su asiento, sabía a donde iba, entonces me encontré con Karen, una antigua compañera de la facultad y que habia sido mi novia en aquella época. - ¿Cómo estás?- la saludé. - Pues mejor que tú, nunca, te ves muy bien, David, estás mucho más apuesto, - tocó mi rostro, y me atrajo hacia ella besándome, la tomé de sus manos y la aparté de mí. - ¡Karen, basta! - exclamé molesto, levanté la mirada y vi a Grace irse del salón, había presenciado todo, asi que fui detrás de ella, porque caminaba de forma apresurada hacia la salida. - ¡Grace, espera!- corrí para alcanzarla, ya habia salido del lugar - ¡Con un demonio, detente! - por fin la sujeté, la tomé del brazo y la acerqué hacia mí. - Suéltame, no me toques, no quiero estar contigo- dijo entre dientes. - Escúchame - la atrapé entré mis brazos - ella me besó, y yo la aparté de mí, sabes bien que yo jamás te traicionaria. - ¡Pues eso no parecí

DAVID Ya tenía algunos dias en casa de Adam, he hablado mucho con él, hay cosas que me ha dicho que me cuesta creerlas, como mi relación con Grace, es como una novela trágica, no entiendo como es que me enamoré de ella, es muy diferente a mí, y luego, está el niño, no puedo dejar de pensar, ¿como es posible que tenga un hijo y no lo recuerde? - Adam, ¿yo tengo un departamento? - Asi es, amigo lo tienes, te mudaste con Grace cuando supiste que estaba embarazada, y desde entonces ha estado desocupado, contrataste a una mujer que va a limpiarlo cada dos semanas. - Cuando esté mejor, ¿podrias llevarme? - Claro hermano. *** *- Pero, ¿Cómo puede hacerle eso a Grace?- escuché una conversación entre Amelia y Adam cuando me levanté a tomar agua por la noche- abandonarla de esa forma y todavía rechazar a su hijo, y tú lo aceptas en tu casa, no puedo con esto Adam. - ¿Que querias que hiciera Amelia? David es como mi hermano, ¿acaso lo iba a enviar con sus padres? Nunca ha tenido

ADRIAN Vi a Grace a lo lejos caminando por el hospital, era un dia ajetreado, asi que habia muchos pacientes, y solo pude tener un momento desocupado, pero quería hablar con ella, hacia mucho que no la veía, desde ese día que pasó lo de David, aún sentia atracción hacia ella, pero sabía que estaba enamorada de su esposo. - Grace ¿Cómo has estado? - dije al acercarme. - No muy bien la verdad - respondió- ¿sabias que David no me recuerda? después de la cirugía, tuvo daño en su cerebro y perdió parcialmente su memoria, asi que ya te imaginarás- suspiró. - Vaya, no lo sabía, ¿y tu hijo?. - El está bien, creciendo, es un niño muy lindo. - Si necesitas que te apoye, solo pídelo, sabes que te estimo mucho. - Te lo agradezco, Adrian. Tendría que conformarme con ser su amigo, nunca tendria una oportunidad con ella mientras aún amara a Miller, tal vez, con el tiempo. . . GRACE Estaba preocupada por mi bebé ¿ Cómo es que se me habia ocurrido dejarlo con David? fue un moment

DAVID Llegamos a su casa, apenas podia contener mi deseo por ella, al cerrar la puerta la acorralé contra la pared, queria que sintiera lo que provocaba en mí, recorri su cuello con mis labios, dejando besos ardientes en el camino. - Habia imaginado esto de muchas maneras- murmuré. - Ya no tienes que imaginarlo- me besó profundamente, el sabor de su boca, era delicioso, no quería parar de besarla. - Sé mía Grace, - dije a su oído. - Siempre he sido tuya David- exclamó cerca de mis labios. Sentía su cuerpo temblar, fuimos hasta su habitación, nos quitamos la ropa, me empujó sobre la cama y subió sobre mi. - Vas a ser mio David Miller. Sentí como descendio sobre mi erección, balanceando su cadera, y subia y bajaba muy lentamente. - Me estás matando Grace. - gire sobre mi espalda y me coloqué sobre ella. - Ahora te haré mía- comencé a moverme más rápido, escuchando como gemia de placer en mi oido, era algo sublime, no queria parar. - No te detengas David- metió sus