POV de AlejandroLa brisa de la noche era fresca, pero no podía recordar la última vez que me había sentido tan cálido. La luna brillaba con fuerza sobre nosotros, y mientras miraba a Carmen, su rostro iluminado por la luz plateada, comprendí que nuestra conversación había cambiado todo. Desde el momento en que ella había entrado en nuestras vidas, había sido un torbellino de emociones, y ahora, parecía que por fin estábamos en el camino correcto.Carmen había estado lidiando con sus sentimientos, y yo sabía que era un viaje complicado. La veía luchar con su corazón, atrapada entre Javier y yo, y cada vez que me encontraba con su mirada, sentía una mezcla de deseo y desesperación. Sabía que no podía apresurarla; necesitaba tiempo para descubrir lo que realmente quería. Pero el hecho de que se abriera a nosotros, que hablara sobre s
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