Todos los capítulos de Señor Matías, la Señora Se Huyó: Capítulo 81 - Capítulo 90
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Capítulo81
Catalina pensó que, en lugar de dejar que Felipe la amenazara, sería mejor darle algunos “privilegios” sobre ella y convertirlo en un amigo con “derechos”. De esa manera, no solo podría hacer que él trabajara para ella, sino también que la ayudara a aliviar su soledad y apagara sus ganas cuando lo necesitara.Después de todo, cuando estaba por fuera del país, esos tipos de allí eran solo apariencia y nada de sustancia, nada comparado con Felipe. Pensando en eso, a Catalina le volvió a entrar el ánimo. Se dio la vuelta y se dispuso a cabalgar sobre Felipe, con una expresión de éxtasis, cabalgo con más fuerza.Felipe la adoraba en esa actitud desenfrenada y, en un instante, tomó el control y comenzó a moverse intensamente. Una hora después, ambos soltaron un gemido de satisfacción. Catalina, aun jadeando, dijo: — Hazme un favor.Debido a la experiencia anterior, esta vez Felipe tomó en serio la solicitud de Catalina y serio le respondió: — Dime qué favor.Catalina no tuvo tiempo de res
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Capítulo82
Ella no podía decirlo. Si mencionaba a Felipe, Rafael seguramente lo atraparía y luego, bajo presión, Felipe revelaría que alguna vez ella le había pedido que secuestrara a Antonio. Con lo meticuloso que era Rafael, definitivamente investigaría hasta el fondo, y si descubría que ella era una impostora, entonces su vida realmente estaría acabada.Al ver que Catalina no estaba dispuesta a decir el nombre de la persona, Rafael, enfurecido, le dio una patada y luego le gritó:—¡Vete a tu habitación! ¡Sin mi permiso, no puedes dar ni un paso fuera de la puerta!Catalina pensó que Rafael estaba enojado con ella porque había perdido su honor y no sabía cómo explicárselo a los Guzmán, así que no le guardaba rencor en su corazón. Con prisas, Catalina se levantó del suelo y se preparó para subir las escaleras. Desde atrás, Rafael le advirtió:—Si dejas que tu abuelo o tu madre se enteren de esto, ¡te tocara pagar escondederos a pesos!Catalina, con una expresión obediente, dijo:—Papá, no te pre
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Capítulo83
Isabela escuchó atentamente por un momento antes de recordar que era la voz de Constanza. Inmediatamente dijo con voz de indiferencia:—¡Eres tú quien secuestró a Mateo!Constanza soltó una carcajada. —No te equivocas, fui yo quien lo secuestró. No tenía intención de capturarlo, pero ¿quién le dijo a tu hermano que se escapara?Isabela sintió un nudo en el pecho. —¿Qué quieres entonces? ¡Mateo es inocente! ¡Déjalo ir!Constanza se sonrió. — ¿Inocente dices? ¿A mí qué me importa si es inocente o no? Solo sé que, por tu culpa, mi hijo ahora es un retardado. ¡Quiero que pagues el precio!¿Gabriel Guzmán? Isabela estaba preocupada de que el estado emocional inestable de Constanza pudiera poner en peligro a Mateo, rápidamente dijo:— No le hagas daño, dime dónde estás y yo iré a buscarte. Lo que sea que tengas que resolver, hazlo conmigo, pero no lastimes.— Estoy en el puente. Ven sola, o tiraré al niño desde el puente —dijo Constanza con indiferencia.— ¡Voy para allá ahora mismo! ¡Por fa
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Capítulo84
Gabriel la abrazó fuertemente, sin mencionar en absoluto su consumo de drogas, echándole toda la culpa a Isabela. Esto provocó que Matías le diera otra bien merecida patada. Constanza Olivares lloraba mientras le suplicaba:—Matías, por favor, perdona a Gabriel esta vez. Lo convenceré de que nunca más vuelva a molestar a la señorita Mendoza.—Matías respondió indiferente: —¡Él se la pasa drogado!Constanza se sorprendió y miró a Gabriel, incrédula: —¿Es cierto lo que dice tu hermano mayor?Gabriel negó con la cabeza: —Mamá, no he metido vicio, de verdad que no.—¡Gabriel, realmente no te arrepientes! —Matías le tiró el informe médico a Constanza, quien lo miró y comenzó a golpear a Gabriel.—¿Cómo pudiste andar drogándote? ¿No sabes que lo que más odia el abuelo en esta vida es la droga? —Constanza, con una expresión de desesperación, se sacó la correa y le dio un correazo a Gabriel y luego suplicó a Matías:—Matías, Gabriel solo estaba equivocado por un momento. Teniendo en cuenta que
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Capítulo85
—¡Max, llévatelo!Cuando Matías terminó de hablar, en medio de los sollozos desgarradores de Constanza Olivares y los gritos de Gabriel como si lo estuvieran matando, Max se lo llevó sin piedad. Matías miró a Constanza y le advirtió:—Cuando regreses, quédate en Casa Rosado.Es el ala lateral de la residencia de la familia Guzmán, casi en ruinas. Al ordenarle mudarse allí, Matías le dejaba claro que, si no fuera por respeto a Emilio Guzmán, ella y Gabriel ya habrían sido expulsados de la familia Guzmán hoy mismo. Después de que Matías se había ido, Constanza soltó una risa amarga. Luego, sus ojos se llenaron de locura y crueldad mientras murmuraba con odio:—¡Isabela Mendoza! ¡Todo es culpa tuya, maldita zorra! ¡Que te mueras bien feo!Durante los días siguientes, Constanza permaneció tranquila en Casa Rosado. Aparte de salir para comer, no salía de allí. Aunque hubo algunos comportamientos extraños, fueron solo breves momentos. Matías no prestó demasiada atención al respecto, pensando
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Capítulo86
A Isabela la rodearon los periodistas, quienes casi le metían los micrófonos a la boca. Ella los apartó, sin prestar atención alguna a las preguntas, más avanzando con dificultad hacia donde estaba Constanza.Los medios ávidos por generar rumores, habían iniciado transmisiones en vivo, y como Matías siempre era el foco de las noticias, rápidamente se convirtió en el rumor del momento generando bastante revuelo.En cambio, Catalina encerrada en casa, sintió bastante satisfacción al ver la transmisión en vivo. Nunca se hubiera imaginado que Constanza podría estar tan loca por Gabriel. Y menos mal que en ese momento logró detener a Matías a tiempo, porque si él hubiera acabado a Gabriel y preciso en su fiesta de cumpleaños, ahora sería ella quien estaría enfrentando la venganza de Constanza.—¡Isabela Mendoza! Muy pronto todo el mundo sabrá que eres una amante sinvergüenza. ¡A ver cómo te las arreglas para vivir después de esto desgraciada!—¡Isabela, ahora sí que te están dando tu mereci
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Capítulo87
No solo eso, a Luciana Mendoza también la insultaron por ayudar a Isabela y recibió humillaciones junto con ella.El viejo Salazar estuvo también a punto de enfermarse de la rabia por ese escándalo. La familia Salazar solo tenía una hija preciada, y que Matías Guzmán, ese sinvergüenza, se atreviera a humillarla había hecho que el abuelo Salazar decidiera unilateralmente cancelar el compromiso de Catalina Salazar con Matías. Cuando Catalina se enteró, su rostro se torció de rabia.Para calmar el escándalo, el abuelo Guzmán intervino y explicó la relación entre Matías e Isabela. También reveló la verdad sobre por qué Matías casi mató a Gabriel Guzmán. Con más de sesenta años de edad, el Don Guzmán, encorvado, se presentó ante los medios de comunicación para disculparse con la familia Salazar. Admitió que no había educado bien a Matías, lo que llevó a este escándalo, y aceptó la solicitud de la familia Salazar de cancelar el compromiso.Debido a este incidente, Constanza fue expulsada def
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Capítulo88
Julia se lanzó hacia Jorge, golpeándolo:—¿Ya tan rápido te moriste o qué? ¿Vas a dejar que papá lo golpee así? ¡Jorge, te advierto que, si le pasa algo a Matías, no te lo perdonaré nunca!—Cariño, no te enojes, si me pegas, te lastimarás la mano. — Jorge tomó su mano y la llevó a sus labios, soplando suavemente. —Con papá tan enfadado, si hubiera intentado detenerlo, Matías habría salido aún más herido. — Al decir esto, el tono de Jorge Guzmán se volvió más serio:—Papá tiene razón. Si la familia Guzmán no muestra una postura firme ante este escándalo, los medios no nos dejarán en paz. Además, nuestros rivales aprovecharán la oportunidad, lo que sería un golpe aún mayor para el Grupo Guzmán. — Julia lo miró furiosa:—Entonces, ¿no vas a llamar a un médico para ver a Matías? ¿Realmente quieres que muera en la casa?—Ahora mismo traigo al médico, cariño, no te preocupes, ni te afanes. Media hora después, Jorge y Julia llegaron al templo familiar con dos médicos. Para entonces, Matías
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Capítulo89
Finalmente, Julia se levantó a regañadientes y se fue. Matías había estado encerrado durante tres días completos, sin beber ni comer nada, resistiendo hasta el final. Julia, al verlo, se sintió muy angustiada y, a escondidas de Matías, fue a buscar a Isabela Mendoza.Isabela ya había sido dada de alta del hospital. Debido a que sus heridas no eran graves, no se quedó en casa recuperándose, sino que fue directamente a trabajar a la oficina del presidente.No mucho después, Isabela recibió un mensaje de un número desconocido. La persona al otro lado dejó claro su identidad, diciendo que era la madre de Matías y la citó para reunirse al mediodía en la cafetería debajo del edificio del Grupo Guzmán. Isabela se sorprendió por un par de segundos y luego le respondió aceptando la invitación. El tiempo pasó rápidamente hasta que el mediodía llego.Isabela se fue a la cafetería acordada y vio a una dama elegantemente vestida sentada en la esquina más apartada. La dama, al parecer, notó su llega
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Capítulo90
La doctora le preguntó si tenía algún malestar. Isabela negó y le dijo a la doctora:—La regla no me ha venido. Me gustaría hacerme una prueba para saber si estoy embarazada.Tras escucharla, la doctora le dio una orden para un análisis de sangre.—Primero ve a pagar en el primer piso, y luego hazte el análisis de sangre. Después de una hora, tráeme el informe.Isabela salió de la consulta, y se fue directamente a hacer como la doctora le había indicado. Una hora más tarde, Isabela recogió el informe del análisis de sangre y regresó a la consulta de la doctora. Al revisar los resultados, la doctora la felicitó. Sin embargo, al ver que parecía distraída, la doctora le preguntó:—¿Quieres conservarlo?—¡No quiero! — Respondió Isabela, tajante.La doctora no dijo nada más y le indicó que volviera al día siguiente para pedir cita y programar el aborto. Camila, al ver a Isabela salir de la consulta con la mirada perdida, se apresuró a sostenerla.—Isabela, ¿qué es lo que te pasa?Los ojos d
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