"En cuanto supe que, aunque tu corazón me perteneciera, de nada servía si tus acciones hacían todo lo contrario."Giselle se estaba durmiendo en clase de redacción de textos, para ella era la clase más aburrida de la universidad, pero, debía tomarla obligatoriamente debido a los créditos.En cuanto se acabó la hora, salió corriendo de allí tan pronto como le fue posible, quería irse a casa tan pronto como pudiera y descansar al menos un poco.—¡Giselle! ¡Giselle! —su mejor amiga de toda la vida, Hannah, gritó para llamar su atención del otro lado de la calle.—¡Voy! —respondió con una sonrisa en el rostro. Sin duda se sentía la chica más afortunada del mundo, siguiendo la carrera de sus sueños y estando en una relación romántica con la persona a la que más amaba en el mundo. Era muy afortunada sin duda. —¿Qué pasa que te tiene tan alterada Hannah?—Acabo de enterarme de una noticia que te va...Es algo muy malo Giselle, ni siquiera sé por dónde empezar...Mejor vayamos a algún restauran
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