"¿De qué estás hablando?". Dane frunce el ceño.No lo miro, pero aprieto un dedo contra mi cabeza. Esperando que entendiera que quería que se metiera en mi cabeza para escuchar mi razonamiento. Si estaba en lo correcto... No quería tener la razón.Raven me sonríe. "No sé de qué estás hablando"."Sí que lo sabes".Dane me está mirando fijamente ahora, como si hubiera perdido la razón. Pero ya habían pasado cosas más raras. Y se sabía que Raven y Jenson compartían algo más que un cumpleaños. Abraxas había dicho que compartían una parte del alma.Abraxas también habló de cómo la oscuridad se filtra. Encuentra un lugar y crece. ¿Y si eso fuera posible entre gemelos que comparten lobos gemelos? Ellos tenían un pedazo del otro en ellos."Los moviste a todos cuando no estaba prestando atención". Murmura Raven. Ella deja de pelear con Dane y Abraxas. "Trajiste más licántropos cuando no pude hacer nada para detenerlos"."¿Qué está pasando?". Damien pregunta. "¡Que alguien me diga qué e

DamienSu cuerpo cae de espaldas contra la pared. La clavícula de mi pareja chorrea sangre. Le había disparado ahí a propósito, en lugar de su corazón. Su cuerpo podría curarse de eso. Su cuerpo no podía curarse si la mataba.Quería saber si Raven realmente se había ido.Abraxas me mira fijamente mientras busca la pistola que guarda en su cinturón. Frunce el ceño al darse cuenta de que el arma que sostengo no es suya y que la suya está guardada firmemente en su sitio. Me mira con el ceño fruncido, pero mantiene la boca cerrada.No era estúpido. Yo sabía utilizar un arma correctamente. Las había usado cuando era humano y con un cazador en la manada, pensé que sería mejor volver a tener una. Aunque a veces, estoy un poco impresionado conmigo mismo de no haberla sacado contra él todavía."¡Me disparaste!". Rugió Raven o tal vez fue Jenson. Ya no estaba seguro.Podía ver a mi pareja, pero al mismo tiempo las palabras que salían de su boca no sonaban para nada a ella.No parecía posi

NeahLa habitación permanece en un silencio extraño cuando vuelvo a entrar. Abraxas tiene los ojos color avellana fijos en Raven. Dane camina en silencio, sumido en sus pensamientos.Me resulta doloroso sentir el dolor que siente. No lo pensarías si lo miraras. Sus ojos carmesí están llenos de rabia en lugar de dolor. Tiene el ceño fruncido, pero nada más. No tiene los puños cerrados. No respira pesadamente, tenía... un cierto nivel de calma. El tipo de calma que viene antes de la tormenta.Su mirada se fija en mí y se detiene en seco, él sabía lo que yo iba a hacer. Noto que Damien entra detrás de mí. Él cierra la puerta en silencio, un suave chasquido es lo único que se escucha cuando la puerta vuelve a su sitio."Lo tenemos". Nyx susurra como si los demás pudieran escucharnos. "Es lo correcto. Las dos lo sabemos".Pero eso no significa que sea menos difícil."No me matarás, Neah". Raven se burla. "Soy tu mejor amiga". Miro fijamente hacia su rostro familiar. Tenía que recordar

"¿Pero son los correctos?".Me levanta una ceja, esperando a que continúe."Sabía que tenían que morir. Desde el primer día eran unos problemáticos e hicieron algo insólito". Estaba intentando mantener los detalles poco claros. Puede que Dane no quisiera que nadie supiera que su hermana había muerto. "Solo he matado a los que eran peligrosos. A los que ponían nuestras vidas en peligro. Este era...". Me detengo cuando veo la cara sonriente de Raven."No llegarías a ser líder si no cuestionaras tus decisiones". Suspira. "He escuchado las historias sobre ti. He escuchado de dónde vienes, qué te pasó, cómo te criaron y todo lo que has vivido desde entonces. A la mayoría de la gente le toma años entrenarse para convertirse en un buen líder. Dane debió entrenarse desde que era un cachorro. Yo me vi obligado a ello, aunque nunca fui un alfa de ningún tipo. ¿Cuánto tuviste, tres años?".¿Eso es todo? Parecía que había pasado toda una vida. "Y un año de eso lo pasé aprendiendo quién era yo"

“¡Sí!”, murmura con confianza.“¿Así que no planeas meterte en otro incendio pronto?”.Ella baja la mirada hacia el suelo del bosque y niega con la cabeza. “Duele”, susurra. Ella no hablaba del incendio.“Estás dejando que tu mente se deje llevar por esta idea tuya”.“No es una idea y lo sabes. Solo quiero saber por qué no me has rechazado”.No le contesto mientras ella cambia su peso de un pie a otro. Ya me lo había preguntado varias veces y, por mucho que me niegue a ser su pareja, nunca podía responder a su pregunta. ¿Por qué no dije esas palabras? Sería libre de ser pareja de otra persona.Me enferma la idea de que otro hombre la toque. Ya era bastante malo que la marca de Enzo aún rondara su cuello.“¿Qué quieres de mí, Madison?”.“No lo sé. Estás constantemente en mi mente”. Ella frunce el ceño. “¡Y no en el buen sentido!”.Levanto una ceja. “Y no debería serlo. Soy un cazador”.Ella se recuesta contra un árbol, cruza sus brazos debajo de sus pechos y aparta la mirada d