Capítulo 51 ¡Por favor, discúlpame! Samantha sonrió ante lo que dijo Matteo. No podía evitarlo, este hombre le atraía como la luz brillante a las polillas.— ¿Tienes alguna manía fetichista con las medias de mujer?— No, mi manía es como te quedan a ti. ¿Estás bien? ¿Te duele en algún lado?— ¿Lo dices por la caída? No, no tengo ningún dolor.Él puso sus manos sobre ella, revisándola, —Al parecer, solo es el rasguño en las rodillas. Las medias te protegieron, pero si hay rasguño, también tienes raspones en el codo.Samantha observó sus rodillas, pero en realidad era leve y ya no le ardía— Sí, pero son leves,—Te compraré cientos de medias como esta, pero en realidad quiero que te la pongas solo para mí —le murmuró con voz ronca.A medida que hablaba, metía su cabeza en su cuello dándole pequeños besos y sus manos rodeaban su cinturaSamantha se excitó, no obstante, a pesar de la semi oscuridad reinante, este no era el mejor sitio para perder el control— ¿Qué estás haciendo? Matteo,
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