Llegue a casa súper, agotada física y mentalmente, hoy fue un día muy intenso para mí — hola, hija que bueno que llegas quería hablar contigo sobre todo lo que paso el día de hoy, estoy preocupada por ti, me siento en el mueble ella se acuesta y coloca su cabeza en mis piernas. — mamá, estoy abrumada, todo fue tan rápido que ni tuve tiempo de asimilarlo, sé que debo casarme por el bien de mi hija, pero tengo miedo, esto puede terminar muy mal, seremos dos desconocidos jugando a la casita feliz y tenemos a Elisabeth de por medio. Sin contar que debemos mudarnos a Italia, eso me da más miedo, dejar todo, siento que estoy saltando al vacío, promete que de iras con nosotras. — si hija, ustedes son lo único que tengo en el mundo, así que te seguiré a donde tú vayas y debes tomar las cosas con calma, yo estaré junto a ti en todo este proceso, a lo mejor las cosas resultan mejor de lo que piensas ¡debes soltar el pasado, porque tu miedo viene de tu relación anterior! Pero ahora te casarás
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