Harper."Sinceramente, no entiendo por qué querías que viniéramos", gruño mientras me froto las manos, intentando generar algo de calor."¿Acaso está mal que quiera dar un paseo con mi esposa por el parque?", me pregunta Gabriel con tono divertido. Mi mal humor no disminuye para nada el brillo en sus ojos, al contrario, parece divertirle."¿En horas de trabajo?", replico con escepticismo, mientras observo el parque desierto a nuestro alrededor. Con este frío, éramos de los pocos que habíamos decidido salir."Soy el jefe, Harper, y tú eres mi mujer. Podemos hacer lo que nos dé la gana", dice, tomando mi mano y apretándola entre las suyas. "Si a alguien no le gusta, pues que se joda".A pesar del frío y de que no tenía ganas de estar aquí, sonrío, escondiendo la sonrisa detrás de mi cabello.Gabriel sigue sorprendiéndome con su cuidado, amor y atención. Siendo honesta, nunca imaginé que sería tan feliz con él. Me ha asombrado en todo momento."Aún así, no es una buena costumbre",
Leer más