Su cara se endurece y se mete en mi espacio. “Sé razonable por una vez en tu maldita vida, Ava”.“Estoy siendo razonable. No necesito tu ayuda. Te pedí el divorcio para que salieras de mi maldita vida... ¿por qué de repente ahora estás tan interesado en ayudarme cuando antes no te importaba una mierda?”.“Eres la madre de Noah, así que claro que me importa, joder, y por si se te ha olvidado, no puedo estar completamente fuera de tu vida porque compartimos un hijo, lo que asegura que nuestras vidas están enredadas”, gruñe él, con los ojos encendidos.“Solo por los próximos diez años más o menos y además ser parte de la vida de Noah no significa que tengas que ser parte de mi vida o yo de la tuya”, argumento.Me estaba cansando mucho así que me senté en el taburete. Sentía que la cabeza me pesaba una tonelada. Solo quería acostarme.“Acepta el coche”, me ordena una vez más.“¿Por qué no te lo llevas y te lo metes donde no brilla el sol?”, replico, sintiendo que he llegado a mi lími
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