Ha sido una noche divertida. Fue genial ver a mi padre tan feliz, casi como si volviera a ser joven. Cuando Rik pregunta qué tipo de tarta hizo su madre, tengo que olerla para contestar. Huele bien, a mantequilla de maní. Pero, si he de ser sincera, ahora la habitación huele a los chocolates Reese's y entre la tarta y el olor a brownie de Rik. Se me hace la boca agua y si una nariz pudiera tener un orgasmo, la mía ya lo tendría. Cuando me rodeó la cintura con el brazo y se inclinó para oler la tarta, tuve que luchar contra las ganas de lamerle el cuello. Estaba justo ahí, podía inclinarme....¡Café! Sí, necesitamos café. Por suerte, él no parece tan distraído como yo. Empiezo a lavar los platos, tratando de sacar mi cabeza de esos pensamientos mientras él está haciendo café. Pero entonces, de la nada está cerca de mí, me toma de las manos y me besa como nunca antes me habían besado. Es posesivo, apasionado, cariñoso y tan prometedor que lo único que puedo hacer es agarrarme a su cam
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