Mi recuperación fue rápida, Columbus contrato enfermeras y un doctor para atenderme, la vista de la casa era hermosa, un hermoso jardín con un pequeño lago artificial, esta no era la misma casa a la que trajo, tal vez su novia se esté quedando en ella, respire profundo y baje las escaleras, era lo mismo todos los dias, no podia salir de la casa, ni al jardín sin compañía, era una prisionera en esta casa, solo pretendía seguir su juego hasta que se canse—Veo que estas mejor —Sí, muchas gracias señor Hancks—Nos vamos a casar ¿cuándo me dirás por mi nombre?—Prácticamente somos jefe y empleada, debo guardarle respetoAbrace su pequeño cuerpo contra el mío, era como una muñeca entre mis brazos, habia bajado de peso y eso no me gusto, me acostumbre a su cuerpo voluptuoso, a sus piernas gruesas, a sus senos majestuosos, más que nada, me hacían falta sus hermosos cachetes—Tú no eres mi empleada, seras la señora de esta casa y la dueña de mis vienes, debes empezar a llamarme de otra forma
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