Como siempre he hecho cuando quiero estar solo, logro salir de casa sin ser visto. Sigo a mi padre por el bosque, anda solo, ¿Por qué un alfa andaría solo a estas horas de la noche? Él de repente se detiene y gira el torso, yo me escondo rápidamente detrás de un árbol. Escucho que sus pasos continúan y lo sigo, papá no puede suponer que soy yo, hay tantos olores que nos podemos distinguir ahora.Mi padre sale del bosque para una zona que parece más privada, hay unos cuantos vigilantes en un castillo y supongo que es un alfa y tratará de hacer negocios, como hacen todos los alfas, ese gato negro, no es más que alguien manipulador.Me retracto en desconfiar de mi padre y me doy la vuelta, encontrándome con Atlas, mi cuerpo se congela al verlo al frente de mí.—¿Qué haces aquí despierto a estas horas? —me reclama enojado.Me pongo nervioso y tartamudeo, no sé qué decir, pero también me entran dudas.—¿Cómo me encontraste? ¿Me seguiste?—Soy tu guardaespaldas, claro que te seguía,
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