Honorato Holt cavilaba en su mente la manera de lograr que la opinión pública se pusiera de su lado con respecto a su casamiento con Ana Miller. Era una situación delicada, después de todo la jovencita había venido con la intención de ser la esposa de su nieto, que ahora se casara con él era, a lo menos, sospechoso.Franco Miller lo observaba de manera burlona, parecía que el viejo se estaba devanando los sesos, pero la solución estaba más cerca de lo que él mismo sospechaba. Incluso acababa de pasar por delante de sus ojos._ Señor Holt… ¿puedo ayudarlo en algo? _ dijo el astuto joven._ No creo…_ contestó el otro con soberbia _ que puede hacer un mocoso que solo sabe salir de fiestas y gastar dinero que no gana _ agregó incluso molesto por la intromisión del joven en su problema._ Creo que usted está cometiendo un gran error _ dijo el joven con una sonrisa de burla en los ojos _ ¿Usted sabía que mi hermano es divorciado? _ esta pregunta dejo desconcertado al viejo._ No lo sabía…pe

En la Villa ancestral Holt Honorato estaba feliz con la dirección que todo estaba tomando. Él ya había arreglado todo para casarse al día siguiente, no quería esperar ni un segundo más. Por otro lado, había enviado a Ana a realizarse distintos tipos de análisis, entre ellos de fertilidad, después de todo de nada le servía si era estéril, pero para suerte de todos ella era sumamente fértil, al igual que él, que a pesar de la edad aún podía embarazar a cualquier mujer.Ana se preparaba sicológicamente para convertirse en la esposa del anciano, después de todo ella debía de ser su mujer en toda la extensión de la palabra. Ella había esperado convertirse en la esposa de un hombre apuesto y destacable como Viggo, no de un viejo como Honorato, pero ya todo estaba preparado y no cedería jamás su puesto como Gran Dama Holt. Cualquier sacrificio era aceptable con tal de tener la fortuna Holt, ella se convertiría en la dueña de todo en cuanto el viejo muriera, y estaba segura de que no le qued

La repercusión causada por la última publicación orquestada por Lara era muy grande, tanto así que duró muchos días ese escándalo. Los periodistas se habían instalado en la entrada de la Villa Holt y habían acampado en el lugar esperando poder tener la primicia del año.Amelia estaba desesperada y caminaba impaciente de un lado al otro. Ya eran cinco días los que ella llevaba en ese lugar y no soportaba la situación. Franco la miraba siempre con esa sonrisa burlona, él no se preocupaba por nadie que no fuera él mismo, pero también se sorprendió en gran manera de la información que había leído. Él sabía muchas cosas sobre su cuñadita, pero eso se le había pasado por alto.Aarón por su parte estaba un poco distanciado de ella, lo que había descubierto era algo que lo tenía consternado. Ella juraba y perjuraba que todo era mentira, pero, por alguna razón se le estaba complicando creerle._ Hijo, tienes que olvidar lo que viste en esas imágenes, eso no puede ser verdad _ trataba de conven

Mientras ellos se mantenían unidos y tranquilos, solo pensando en ser felices, otros estaban planeando la mejor manera de poder destruirlos. Eran muchos los enemigos que tenían, algunos que ni sabían que existían.Honorato estaba furioso porque sus planes no se llevaban a cabo como él lo esperaba. No había nada que odiara más que el no tener éxito. Él quería que su nieto volviera rogando por perdón y estaba ocurriendo todo lo contrario. Viggo era demasiado poderoso y la fortuna Holt era solo un grano de arena en el desierto para él y eso es algo que el viejo nunca tuvo en cuenta. Honorato siempre pensó que su nieto solo era el ceo de Holt, pero no sabía que él había creado un imperio por fuera de la empresa familiar, y ahora ese imperio amenazaba con destruirlo económicamente. Era imperioso tener una conversación con ese nieto poco filial y hacerlo entrar en razón antes de terminar arruinado.“—“Tras ese encuentro en el centro comercial, Amelia y Ana habían sido interceptadas por Min

Lara había estado un poco incómoda esos últimos días. Ella era una mujer muy vigorosa, y aunque su vientre aún no era tan notable ella se sentía bastante más pesada. Anastasia estaba junto a ella, ambas comían helado y charlaban divertidas. Ese día no habían ido a trabajar. Lara había terminado con su trabajo para Puentes, eso le agradaba. Ese hombre seguía sin inspirarle ninguna confianza._ Ani _ Lara tenía una duda._ ¿MM? _ fue todo lo que salió de los labios de la otra mientras que saboreaba el helado que tenía en su boca._ ¿Qué harás con Fabricio? _ soltó la rubia de repente dejando a la otra un poco pensativa._ La verdad…yo lo amo Lara…_ dijo con los ojos llenos de lágrimas _ pero es difícil pensar en que me uso…es algo que aun no entiendo o sí…pero me cuesta asimilarlo realmente _ guardó silencio durante algunos minutos. Su mirada se había quedado perdida en la nada. Eran tantas las cosas que tenía que pensar y calcular en ese momento. No podía simplemente perdonar y seguir