Maddie Me besaba con tanta hambre que no pude controlar mis ansias y rápidamente a pesar de mi molestia comencé a corresponder, nuestras lenguas se unen en una deliciosa guerra y él me carga para que envuelva mis piernas en su cintura, mientras me sostiene por mis nalgas. Puedo sentir su deliciosa erección contra mi centro y busco frotarme más contra su bulto buscando alivio en la zona que más lo necesito y escucho a Andrew jadear, mientras nos conduce hasta la habitación. Cuando estamos ahí, me deja en la cama con cuidado y posa su cuerpo encima del mío. — No sabes cuanto extrañe esto. — dice y vuelve a devorar mi boca con un beso posesivo, mientras sus manos acarician todo mi cuerpo. Rápidamente encuentra la manera de deshacerse de mi camisón dejándome solo en bragas y empieza a succionar uno de mis senos mientras con su otra mano masajea el otro. Puedo sentir mis bragas ceñirse a mi centro por lo húmeda que estoy por sus caricias y él suelta mi seno para darle atención al

—Por favor Bella debes venir a quedarte aquí, estaré encantado de que vivas conmigo, sabes que este tiempo lejos de ti te he extrañado mucho y nada me haría más feliz que tenerte cerca. — Al escuchar esto mi mano se detuvo en el pomo de la puerta, todo mi cuerpo se congeló por un instante, dejándome un enorme vacío. ¿Nada lo haría más feliz que tenerla cerca? ¿Ni siquiera yo verdad? Él no me dijo algo así ni una sola vez cuando estaba cerca de ella, pero definitivamente cuando se trataba de Isabella, Andrew era otro. Mis pasos retrocedieron para alejarme de la puerta sin querer escuchar que más le diría mientras mi ojos comenzaban a picar, con un enorme nudo en la garganta. Él ni siquiera me había comentado sobre la posibilidad de que ella pudiera venir a quedarse con nosotros. Pensé que estos días en los que habíamos conseguido estar de alguna manera bien, podríamos arreglarlo, que aún había una esperanza para nosotros si ambos nos esforzábamos, pero al escuchar esto to

— ¿Maddie donde estabas? — preguntó Andrew al verme llegar. — Te estuve llamando, pero dejaste tu teléfono. — Solo fui a caminar — contesté cortante, en este momento no quería hablar con él. Había conseguido calmarme un poco gracias a Ethan y no quería que todo eso se arruinara al hablar con él.— ¿Por que no me dijiste para acompañarte? Sé que no te gusta salir sola y menos sin teléfono. — Suspiró detallándome. Parece haber olvidado que me quedé más de un mes sola aquí y no importaba si me gustaba o no, tenía que hacerlo, porque él ya no estaba para mí. — Ya no me molesta salir sola. — Respondí encogiéndome de hombros y él frunció el ceño confundido. — Maddie ¿Que esta pasando? Estas actuando raro.— dijo levantándose del sofá y acercándose a mi. — ¿Hice algo que te molestara? Quería gritarle que si, tenia meses haciendo cosas que me molestaban, que me entristecían y me causaban ansiedad y miedos, que necesitaba una seguridad que él no me estaba dando, que necesi

Andrew No sabia que le pasaba a Maddie exactamente, pero sea lo que sea con el sexo la ayudaría a liberar todas sus tensiones, quería hacerla venir hasta que se olvidara de cualquier cosa que la estuviera molestando. Mientras la besaba subí su vestido besando y mordiendo su muslo interno, viendo sus bragas blancas tan empapadas que se ceñían a su feminidad viéndose casi transparente, dejando ver su delicioso coño. Maddie ya estaba ansiosa, soltando gemidos ahogados y deslice sus bragas para tener total acceso a su feminidad. Su coño estaba reluciente por sus jugos y solo deseaba enterrar mi rostro ahí, fui subiendo mis manos acariciando sus piernas nuevamente hasta llegar a sus pliegues y abriéndolos con mis pulgares para dejar ver su pequeña protuberancia, a la cual fui acercando mi boca, respirando el delicioso aroma de su excitación, mientras Maddie empezó a sonar más desesperada y envolví mi lengua en el y ella se estremeció. Empecé a darle suaves lami

Maddie Hoy llegaría Isabella, habíamos pasado todo el día arreglando su habitación para dejarla perfecta, él había querido dejar todo lo mejor posible para que ella se sintiera cómoda, era una forma de compensarla por todo lo malo que le ha pasado, Andrew quería que ella estuviera bien y cuando ya faltaba poco para que su vuelo llegara fue por ella al aeropuerto. Su llegada me tenía demasiado nerviosa, tenía miedo de darme cuenta de algo que no quería o vivir con inseguridad todo el tiempo que ella estuviera aquí. Está situación era demasiado estresante, me sentía sobrepasada, no sabía cómo lidiar con esto, pero intentaría encontrar la mejor manera, por mi relación y por ella, que necesitaba ayuda en estos momentos y no una chica celosa que la incomode. Estaba cocinando la cena para recibirla, a pesar de todas mis emociones encontradas estaba dando lo mejor de mí para hacerle una comida que le gustara. Cuando tenía todo listo, fui a acomodarle unas toallas

Andrew y yo veníamos levantándonos cuando encontramos a Isabella en la cocina preparando el desayuno.—Hola. — saluda el cuando entramos y yo solo opto por sonreírle a ella como saludo.—Hola — dice ella con una sonrisa, antes de señalar hacia la comida — si quieren hay tostadas y huevos revueltos.—Excelente. — dice mi novio y toma una tostada a la cual le empieza a untar mermelada —¿no deberías estar en la universidad? —Si, pero la profesora avisó que no podría ir por una emergencia. — explica ella y toma un sorbo de café para luego agregar. — mi próxima clase es en dos horas.—Bueno, ¿Qué tal si te llevo cuando terminemos de comer?— pregunta Andrew con una hermosa sonrisa dedicada solo a ella y otra vez puedo sentir esa punzada de celos. Es tan insoportable sentirse así, mi mente no deja de imaginar cosas con solo saber que quiere llevarla a la universidad, necesito parar con esto o me volveré loca.—No hace falta. — dijo ella negando con la cabeza — tengo tiempo

Maddie Estaba durmiendo cuando empecé a sentir pequeños besos y caricias sobre mi espalda, se sentía tan bien, me hacia recordar tiempos mucho mejores y mi cuerpo empezó a calentarse tanto así que cuando Andrew me volteó para enfrentarlo y me beso, me quedé quieta por un instante y Andrew se separó del beso, acarició mi mejilla antes de acercar su boca a mi oído. — Extraño tanto hacerte mía. — Susurró con voz ronca y esto fue todo lo que necesitó para vencer mi resistencia con la deliciosa electricidad que me recorrió y cuando volvió a besarme, correspondí tan llena de deseo como él. En este momento no estaba pensando correctamente así que simplemente me deje llevar por su ardiente beso, me olvidé de la distancia que había tomado deliberadamente, de todos mis rencores, molestias e inseguridades, al estarlo besando de nuevo quise volver a entregarle todo de mí, es que todos estos días había extrañado tanto sus besos estar entre sus brazos y sentirlo cerca de mí. Él

—¿Bella por que estas llegando a esta hora? – lo escuché preguntar con voz tensa — Sigues con la misma ropa del trabajo, así que ¿Dónde estabas? Ni su tono ni interés me agradó nada, no se sentía bien y mucho menos correcto, así que levanté la cabeza de su regazo para sentarme, mientras miraba lo tenso que estaba, parecía furioso esperando la respuesta de Isabella. Y él no debería estar así, no debería interesarse de esa forma por ella y algo desagradable empezó a formarse en mi pecho. —Es una larga historia, te cuanto luego. — contestó ella y empezó a caminar para ir hacia su habitación, pero Andrew se levanto del sofá y la detuvo tomándola del brazo. —Bella, ¿Por qué llegas a esta hora? — insistió él nuevamente y no pude evitar pensar en que parecía un esposo traicionado interrogando a su esposa. Ni siquiera cuando yo había salido sola insistía tanto en saber, claro es que yo no le importaba tanto como ella y con este pensamiento me quedé paralizada viéndolos, sin

—Maddie todo estaba bien hace un rato, ¿Por qué estas actuando así? — Cuestionó mientras me sacudía un poco con su mano. ¿En serio él no se daba cuenta de como me estaba lastimando? —Déjame tranquila, quiero dormir. — dije antes de que él intentara quitarme las sabanas y se diera cuenta de que había estado llorando, porque sabia que si no le respondía era cuestión de tiempo para que lo hiciera. —Joder Maddie, deja de actuar como una niña y dime que te pasa. — dijo jalando la sabana, justo lo que temía. Los ojos de Andrew se abrieron de par en par al ver mi rostro. —No quiero hablar. — Murmuré y me voltee para otro lado mientras podía sentir su mirada consternada en mi espalda.—Maddie — pronunció y me volteó hacia él de nuevo. — necesito que me digas que ocurre, así podré solucionarlo, ¿Por qué estabas llorando? ¿No era obvio el por que? ¿O se hacia el tonto? Todo era por él, porque ni siquiera podía fingir que a quien amaba no era a ella, ni siquiera podía hacer

Maddie Cuando estaba cocinando la cena escucho a Isabella entrar al cocina y luego preguntar un poco cohibida:—¿Podemos hablar?—Claro, ¿Qué necesitas? — pregunté mientras mi atención estaba dirigida a la comida que estaba preparando, esta era una forma de intentar relajarme.—¿Quieres que me vaya ya? — Inquirió en voz baja y me voltee a mirarla desconcertada, no entendía el porque de su pregunta, creo que nunca la he tratado mal a pesar de mis problemas con Andrew, siempre he intentado que se sienta bienvenida. —Isa, ¿de que hablas? ¿Te ofendí en algún momento? — Pregunté frunciendo el ceño. —Para nada — dijo negando con la cabeza y esto me alivió un poco, no quería haberla tratado mal cuando ella no era la culpable de mis problemas con Andrew, eso era culpa de él por actuar así y mía por haberme aferrado a él aún cuando sabía que era un error. — Pero pude notar que discutiste con Andrew y en parte es mi culpa, de verdad que mi intención no es causarle problemas,