Lorena levantó su mano izquierda y acarició la cabeza de Mariana. —Mari, gracias. Eres realmente el tesoro de mi corazón.—Abuela, si Yesenia escucha esto, ¡se va a poner celosa! —respondió Mariana riendo.Apenas acababa de decirlo cuando Yesenia entró, —¿Qué? ¿Celosa de qué?Mariana la miró mientras ella se quitaba la mascarilla y el gorro. —Abuela dice que eres su tesoro.—Ay, tú eres la verdadera — Yesenia hizo una mueca, clara en su posición.Como hija adoptiva, sabía que no podía compararse con una biológica, así que no le importaba.Solo quería hacer lo mejor que pudiera y devolver el favor a la familia Chávez.Después de todo, ellos la habían criado, y lo que era hoy se lo debía a ellos.Tenía que ser agradecida, sin ser demasiado ambiciosa.—A las dos las quiere la abuela. Yesenia, no te quejes de que le favorezco —Lorena miró a Yesenia con un reproche.Yesenia se acercó a la cama y tomó la mano de Lorena, diciendo: —Ay, abuela, no me importa, siempre te trataré bien.Lorena hi
Leer más