—¡Maldita sea! —de repente se oyó una voz llena de furia desde afuera.Justo cuando el camarero iba a cerrar la puerta, Mariana escuchó a alguien gritar.—¡Walter! ¡No puedes golpear!Mariana frunció el ceño y, al mirar de nuevo hacia afuera, vio que la puerta del reservado ya se había cerrado.Yesenia, sorprendida, dijo: —¿Acaso escuché la voz de Jacob?Mariana lanzó una mirada a Yesenia.Efectivamente, esa voz parecía ser de Jacob.—¿Hay algo emocionante afuera? Voy a echar un vistazo —Yesenia, emocionada, se dirigió hacia la puerta.Brayan suspiró. —Eres una niña que solo busca alboroto.Pero pensándolo bien, Yesenia tenía solo 22 años; era normal que le gustara el bullicio. ¡En realidad, seguía siendo una niña!Cuando la puerta se abrió, Yesenia salió corriendo, pero al instante regresó, exclamando: —¡Wow, eso es increíble!—Manuel, ¿me estás desafiando?—Walter, ¿te atreves a tocarme otra vez?—¿Y qué si te mato, maldita sea?Las voces, cada vez más amenazadoras, resonaban en los
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