Quando llegaron al apartamento de Ethan, Sofía llamó para avisar que ya había llegado.—Todavía no estoy listo, sube inmediatamente —dijo él.—No, gracias, esperaré en el coche —respondió ella.—Esto no fue una solicitud —él le colgó el teléfono.—¡Ay, hombre, cómo odio a este tipo! —exclamó nerviosa, golpeando el volante.—¿Qué pasó? —preguntó Kate preocupada.—Me apuró tanto y ni siquiera está listo todavía, y ahora me dijo que suba.—Si lo hubiera sabido, no habría venido contigo —murmuró.—Amiga, espérame aquí, ya regreso.Sofía salió del auto y se dirigió al ascensor, presionando el botón del piso donde vivía Ethan. Estaba nerviosa, no sabía qué quería él y después de lo que ocurrió ayer, todo se había vuelto extraño. Se miraba en el espejo del ascensor, ajustando su camisa blanca de botones en el frente, y pasó la mano por su cabello, quitándolo de detrás de la oreja. Pensó en la posibilidad de encontrarse con la novia de él y eso la puso aún más nerviosa. Al tocar el timbre del
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