Ver a su amiga en ese estado la dejó preocupada.¿Qué haría ante esa situación?Mateo notó la desesperación de Sofía y se acercó a ella, tocando sus hombros para intentar calmarla.— ¿Qué crees que debo hacer, Mateo? — preguntó, sin saber cómo proceder.— Necesitas hablar con Kate, para tratar de entender por qué no quiere que llamemos a la policía.— ¿Cómo se atrevió ese desgraciado a hacer eso? — susurró. — Sabía que no era buena persona.— ¿Por qué pensabas así?— Kate me dijo que era algo temperamental, y en la noche de Año Nuevo, también lo noté. Además, hubo otros comportamientos suyos que me dejaron inquieta.— Intenta hablar con ella de nuevo, me quedaré aquí un rato más por si necesitas ayuda.— Está bien. Voy para allá. Muchas gracias por esto, Mateo.— Mantén la calma, en este momento, lo que ella necesita es una amiga comprensiva.Caminando hacia el cuarto de Kate, golpeó su puerta, pero no obtuvo respuesta.— Amiga, por favor, abre — pedía.— Vete, Sofía, mañana hablamos m
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