Estoy riendo como si hubiese escuchado el chiste más gracioso del mundo, como si mis problemas no existieran y este momento fuera un bucle en mi vida de mierda. No sabría decir qué fue lo que causó el ataque de risa en primer lugar, pero definitivamente estar con estas cuatro personas hace que mis días sean mucho más amenos. Veo a Jossy rodar en el piso mientras ríe casi tan fuerte como yo, a su lado, Rigo trata, sin éxito, de encender un porro, creo que ni siquiera está usando un encendedor, ¿es eso un destapador? Los otros dos chicos son mellizos y tenía mucho tiempo que no los veíamos, son de esa clase de gente que se desaparece y luego regresan fingiendo que no estuvimos seis meses sin saber un carajo de ellos. Poco a poco, mis risas se disipan y empiezo a ver todo de manera diferente. Esto no es divertido, esto es la decadencia en su mayor expresión, estoy mal, miro mis brazos amoratados y picoteados, miro a la gente tan desahuciada como yo y de pronto me siento… Derrotada, tri
Leer más