— Damian no dejes que tu corazón se llene de odio, no le hagas eso a Lilian, ella ya ha sufrido mucho y ustedes nunca estarán bien juntos, estando juntos solo se provocarán dolor el uno al otro, Lilian tiene otro destino, ella no puede quedarse a tu lado y mucho menos así, déjala en paz. — Suplicó él, al mismo tiempo que sus lágrimas empezaban a caer. «Al menos así yo no seré el único que sufrirá.» — ¿Cuál es ese destino que hablas? — Pregunté y él bajo la cabeza negándose a contestar. — Te recuerdo que soy tu Alfa, vives en mi manada, me debes lealtad a mí antes que a cualquier otra persona, te ordeno como tu Alfa que me digas todo lo que sabes o tú y tu familia tendrán que enfrentar las consecuencias de ir contra mí. — Advertí, yo le había tenido mucho cariño y respeto a él, pero ya no me importaba nada, porque sentía que todos a mi alrededor solo me habían usado y luego traicionado. Nadie nunca me había querido, solo había sido algo para usar y luego desechar y ya que eso era lo
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