"Hola, tía May, ¿qué? ¿Lo encontraste?"Janice Gladwell estaba sentada en su coche, esperando el semáforo. Se había sorprendido al recibir la llamada de la tía May; le había marcado hacía apenas diez minutos para pedirle que le consiguiera una cita, pero no esperaba obtenerla tan pronto. Eso en verdad que fue rápido.“Sí, estará en la mesa núm. 8 del restaurante Peony, vistiendo una camisa blanca. Pero Jan, ¿tanta prisa tienes? La verdad este joven no tiene dinero. ¿Quieres pensarlo y esperar unos días más?"La tía May sonaba reacia. Había sido casamentera durante décadas, pero nunca había conocido a una chica tan impaciente. Por algo dice la gente que los que se casan muy pronto, muy pronto se arrepienten. Tenía miedo de perder su buena fama.“No es necesario, tía May. No me importa su situación, siempre y cuando sea un ciudadano decente que obedezca las leyes”.Janice entendía muy bien su propia situación.Su madrastra quería que se casara con un violador en lugar de su hermana, por
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